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"'Parrillas...' es la continuación ideal de 'Bodegones...', con el que incursioné en la temática de las costumbres de la mesa argentina", empieza a contar Pietro Sorba, uno de los periodistas y críticos gastronómicos con más andar en nuestro país.
A pesar de ser italiano, Sorba se animó a explorar en su último libro las mejores opciones que ofrece Buenos Aires para degustar el tradicional asado argentino.
Su anterior publicación -el best seller "Bodegones de Buenos Aires" que va por su tercera edición- inició la senda de las guías, y en esta ocasión se animó al humo de las parrillas. "La carne está muy presente en la dieta de los argentinos, y no había ninguna guía para disfrutarlas", explica.
Para el libro, Sorba hurgó en sus antiguas salidas, recorrió nuevos lugares ("siempre pagando", aclara) y recopiló entre 75 y 80 parrilas. De esas quedaron 35: "Algunas son representativas de la ciudad, y la selección incluye carritos, libres, de lujo", detalla: "Quería representar el amplio universo que hay, y en donde se come una buena carne".
Una buena carne, según el crítico, debe ser materia prima de calidad, ser preparada bajo las condiciones correspondientes, y lograr un buen sabor, textura y terneza, entre otras cualidades.
Consultado sobre su preferida después de la elección asegura que la decisión depende de la ocasión: "Si viene un amigo del extranjero, puedo ir a Talas del Entrerriano (José León Suárez), o lo del Coco (Ituzaingó) para sorprenderlo. Si viene un alto empresario o un gorumand, voy a La Brigada, Pobre Luis o La Cabrera".
Con casi 20 años viviendo en Argentina, Pietro asegura que la observación de los asados que preparaban sus amigos le dieron tips y la posibilidad de degustar.
"Desde el año pasado empecé a hacer en casa", confiesa, y adelanta los dos nuevos proyectos en los que trabaja. Uno abarcará las pizzerías de Buenos Aires, y otro, las pulperías y almacenes de campo de la Provincia.