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Pampita: después de la piña le mordió la boca a Benja

Miércoles, 06 de enero de 2010 a las 08:19
En la casa del kilómetro 178, de la Ruta 10, camino a José Ignacio se respira paz. Es domingo 3 de enero por la mañana (a las 11:30, en Uruguay), y el sol pega de lleno en el deck que da sobre la laguna de la casa que alquiló la familia Vicuña. Una piscina rectangular, ideal para nadar, invita a Blanca, de 3 años y medio, y a Bautista, de casi 2, a zambullirse en el agua. Previo paso por las manos de su mamá, Pampita Carolina Ardohain (31), quien recorre sus cuerpitos untándolos con pantalla solar, y coloca en sus brazos las conocidas “alitas salvavidas”, recordándoles que no deben quitárselas en ningún momento sin su previa autorización. Una niñera uruguaya se encarga de controlar sobre todo al menor, mientras Pampita, con lentes espejados Ray Ban y un cuerpo envidiable, se sienta a hablar con CARAS, “luego de la tormenta”.

—¿Qué puede decir acerca del incidente que sucedió en la madrugada del 1 de enero en la disco “Tequila”?

—No desmiento ni afirmo nada. Lo que haya pasado fue asunto mío...

—Pero los medios de comunicación, especialmente la televisión y la radio de la Argentina, no paran de comentar sobre su pelea en la puerta de Tequila, donde Isabel Macedo (34) dice haber terminado con lesiones por su culpa…

—Por suerte acá, en esta casa, no tenemos ni Internet ni televisión, ya que Benjamín y yo quisimos tomarnos realmente unas vacaciones con todas las letras. Así que no estoy al tanto de lo que se comenta ni me importa. (Una semisonrisa acompaña sus palabras).

En la planta alta, una voz masculina con tonada chilena pregunta: “Mi amor, ¿dónde has guardado mi pasaporte?”. Es el mismísimo marido de Pampita y padre de Blanca y Bautista, Benjamín Vicuña (31), quien está terminando de armar su valija porque en cuatro horas debe partir rumbo a España, donde se ha instalado la familia hace unos meses, en un vuelo directo a Madrid que sale desde Montevideo. Pampita le indica el lugar donde se encuentra el documento. Sin lugar a dudas es ella quien marca el ritmo y el orden de la casa Vicuña.

—¿Dónde y cómo han festejado el Año Nuevo?

—Comimos aquí, en familia, y a la medianoche, mientras estallaban los fuegos artificiales, Benjamín y yo nos dimos un beso que duró exactamente quince minutos y nos deseamos lo mejor para este 2010, que recién comienza. Pedimos paz, salud y mucho amor para esta hermosa familia que armamos.

—¿Cómo está hoy su matrimonio con Vicuña?

—Estamos muy bien y muy orgullosos de los hijos que estamos criando juntos. Traer hijos al mundo no es un juego. Armar una familia es una responsabilidad muy grande, algo especial y absolutamente sagrado.

—¿Qué es capaz de hacer si alguien atenta contra su familia?

—Eso no te lo voy a contestar. Ya me imagino hacia donde querés ir y las explicaciones se las doy solamente a mis seres queridos. Lo único que te digo es que defender el bienestar de mi familia es mi prioridad.

“Pampita” no quiere volver sobre lo sucedido en la madrugada de Año Nuevo, cuando se enfrentó con Isabel Macedo por una supuesta infidelidad de su marido, Benjamín Vicuña, con la ex de Facundo Arana mientras ambos actuaban en la tira “Don Juan y su bella dama”. Sin embargo, en su círculo de amigas no evitó expresar sus sentimientos: “No me importa nada, que nadie quiera tocar a mi familia, porque la voy a defender con uñas y dientes, como sea”, les dijo.

—¿Le gustaría tener otro hijo?

—¡Me encantaría!

—¿Lo están buscando?

—Digamos que no, pero que si viene, será muy bienvenido. Todavía “Bauti” es chiquito y me necesita mucho. Pero sólo Dios sabe y, en una de esas…

Benjamín aparece en escena. Lleva puesta una remera a rayas con unos dibujos modernos en blanco y negro, muy canchera. Se arrodilla para abrazar fuertemente a sus hijos, quienes juegan con la nana junto a la pileta. Blanca, igualita a su mamá, se queja de que le han puesto demasiada loción protectora. “Papi, decile a mami que no me ponga tanta crema”, le dice mientras el actor le da un largo abrazo. Luego llega el turno del pequeño Bautista, quien es el calco de su papá. “Los voy a extrañar mucho, los amo con todo mi corazón”, les dice mientras los llena de besos y más abrazos. Vicuña debe partir hacia España para continuar con las grabaciones de “Los hombres de Paco”, una serie que lo tiene totalmente apasionado. El reencuentro de los Vicuña será el 17 de enero, en Madrid, para festejar todos juntos el cumpleaños de Carolina.

—Benjamín, ¿cuál fue su deseo en este 2010 que acaba de empezar?

—Que mi familia viva tan feliz como hasta ahora y que se cumplan los sueños que tenemos en común con Caro.

—¿También está en sus sueños la búsqueda de un tercer hijo?

—B.V.: ¡Nada me gustaría más que seguir agrandando la familia! Pero eso se lo tenés que preguntar a mi mujer. Si por mí fuera, “Anita” (como llama él a su mujer en la intimidad), estaría embarazada hoy mismo.

“Pampita” se ríe y le da un beso apasionado. Mira el reloj: es hora de que Benjamín tome el remís que lo vino a buscar para ir al aeropuerto.


“Los amo. Nos vemos en un par de semanas en Madrid. Los voy a estar esperando en casita con muchas ganas de abrazarlos y dormir todos juntitos”, fueron las ultimas palabras que se le escucharon decir a Benjamin ese domingo de sol tan especial y alejado de lo que fue una verdadera tormenta de verano.
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