Es por eso que, según ella, siempre está protegida por “una fuerza superior”, a pesar de que no llegó a ver con claridad la imagen de la virgen que se le presentó en su habitación.
“Me miraba con las manos juntas y me hacía gestos de aprobación con la cabeza”, reveló Fidalgo. “Empecé a los gritos, para decirle a mi familia lo que estaba viendo”, agregó.
“Todos me creyeron”, aclaró la bailarina y aseguró que una monja le dijo que era buenísimo lo que le había ocurrido porque iba a estar protegida por el resto de su vida.
Como ella no alcanzó a distinguir el color del manto de la virgen, optó por volverse devota de la de San Nicolás ya que le gustaba la iglesia del pueblo.
A pesar de su devoción, Fidalgo confesó que no suele ir a misa, aunque reconoció que le gusta ir a la iglesia a rezar.
FUENTE: minutouno.com