"Soy inocente", afirma la empleada doméstica acusada del doble crimen
El abogado de María Aquino, Hugo López Carribero, dijo que pidió que su clienta declare para que demuestre que no tiene ningún tipo de vinculación con el crimen.
María Aquino, una empleada doméstica de 64 años, es la única detenida por el doble crimen ocurrido el viernes último en una casona de Vicente López. Sin embargo, la mujer asegura ser inocente y su abogado Hugo López Carribero ya pidió a los fiscales que le tomen declaración indagatoria para comprobar que no tiene vínculos con el homicidio.
La mujer fue detenida pocas horas después de que ella misma descubriera los cadáveres de Enrique Del Río y Mercedes Alonso, dentro de su auto -un Mercedes Benz-, en el garage de la lujosa casona de Vicente López.
Los investigadores apuntaron contra Aquino, luego de que encontraran en su vivienda una pequeña cartera roja que uno de los hijos de las víctimas identificó como propiedad de su madre. Sin embargo, el abogado de la mujer explicó que la propia Mercedes Alonso le había obsequiado es artículo y por eso ella lo tenía en su casa.
"Es el único elemento que tienen para vincularla, pero fue un regalo de la dueña de la casa", explicó López Carrero en diálogo con 24CON.
En ese sentido, el letrado anticipó que ya pidió que la justicia le tome declaración indagatoria a Aquino para que se pueda aclarar la situación y dijo que luego de eso solicitará el cese de la detención. "No tiene nada que ver", insistió.
La mujer, que trabajó durante 12 años para el matrimonio, está acusada como partícipe necesaria del homicidio de la pareja. Sin embargo, más allá de la cartera roja que se halló en su vivienda, no habría ningún otro elemento que permita a los investigadores confirmar la hipótesis de que fue partícipe del crimen.
Fuentes consultadas por este medio indicaron que la mujer es apuntada por haber pasado el "dato" sobre una importante cantidad de dinero que el matrimonio tenía en su vivienda. Se habla de pesos, dólares y hasta lingotes de oro que iban a trasladar el día siguiente a Núñez, donde pensaban mudarse.
Sin embargo, la pista tendría un callejón sin salida: no hay mensajes ni otros elementos que permitan avanzar en esa línea para descubrir quién o quiénes fueron los autores materiales del hecho.