Operación "Conejo blanco": detienen a diez narcos bolivianos que manejaban una cocina de cocaína

Cayeron en Ingeniero Budge. Los sospechosos hablaban por teléfono en el dialecto "Quechua" para no ser descubiertos. Secuestraron más de 8 kilos de pasta base, más de 5 kilos de cocaína y más de 2 millones de pesos y dólares.

La Policía Federal detuvo a diez personas de nacionalidad boliviana que manejaban una cocina de cocaína en la localidad de Ingeniero Budge.

El procedimiento fue realizado por Agentes del Departamento Investigaciones Especiales de la Policía Federal Argentina (PFA), tras una investigación que comenzó a principios del año 2022, a raíz de numerosas denuncias recibidas en el Juzgado Federal 1 de Lomas de Zamora, a cargo de Federico Villena, relacionadas a la venta de drogas en el barrio "El Tongui", en la localidad de Ingeniero Budge.

Los detectives de la PFA lograron determinar que la organización estaba conformada por ciudadanos bolivianos. El líder era un hombre conocido como "Fausto" y su pareja "Rufina", quienes tenían a su disposición una estructura conformada básicamente por sus hijos y otros familiares.

Tras la intervención de las líneas telefónicas, los policías determinaron que los sospechosos dialogaban en el dialecto originario "Quechua" con la supuesta intención de no ser descubiertos.

El juez dispuso la intervención de un traductor de esa lengua, lo que les permitió a los investigadores establecer cada miembro dentro de la organización.

La banda narco se ocupaba de la elaboración, del acopio, la comercialización y la distribución a los distintos puntos del conurbano bonaerense, como ser Villa Celina, La Reja, Moreno, Lomas de Zamora, y abasteciendo también a clientes de la villa 1-11-14, en el Bajo Flores porteño.

En uno de los 19 allanamientos, los policías determinaron que funcionaba una "cocina" de cocaína y se secuestraron elementos de corte, y se logró la detención de diez sospechosos.

Además, se logró el secuestro de más de ocho kilos de pasta base, más de cinco kilos de clorhidrato de cocaína, tambores y bidones con precursores químicos para el estiramiento de la droga, una cocina industrial, un revólver calibre 22, dos autos, más de dos millones de pesos, dólares y pesos bolivianos.

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