Un grupo de agentes federales de la División Antidrogas Córdoba desbarató una banda delictiva acusada de comercialización de estupefacientes a gran escala, que tenía su sede de operaciones en el barrio de emergencia "Barranca Yaco".
Según explicaron las fuentes del hecho, los detectives a cargo de la investigación lograron individualizar a los tres principales operadores, quienes utilizaban a otros jóvenes que eran colocados en un búnker para vender las drogas.
El lugar, de acuerdo a los primeros informes, estaba obstaculizado por numerosos lomos de burro, construidos por la gente del lugar con el objetivo de impedir y dificultar el acceso a la zona. Además, estaba protegido por cómplices -conocidos en la zona como "teros"-, que complicaron la recolección de pruebas.
A pesar de las dificultades planteadas, los efectivos federales detectaron un punto de venta de drogas y cuatro inmuebles que eran utilizados para el acopio de las sustancias ilícitas y su posterior distribución. A su vez, también se supo que estas locaciones funcionaban como depósito del dinero recaudado de la banda delictiva.
Con todas estas pruebas recabadas, fue la Fiscalía del Fuero de Lucha contra el Narcotráfico del Turno Primero de la Ciudad de Córdoba -a cargo de Milagros Rivas- la que ordenó allanar dichos inmuebles con la colaboración del personal de la División Antidrogas San Francisco.
Durante el operativo denominado "Conejo Krusty", fueron detenidos cuatro hombres y una mujer, entre ellos los cabecillas de la banda. Asimismo, se secuestraron más de dos mil dosis de cocaína listas para su distribución; dos kilos de la misma droga, cinco kilos de cannabis sativa -distribuida en cinco panes compactados, con envoltorios listos para ser distribuidos-; un revólver calibre 22; municiones calibre 9; cuatro armas blancas; una camioneta; dos automóviles; 998 mil pesos; 200 dólares; cuatro balanzas de precisión; veinticuatro teléfonos celulares y demás elementos de interés.
Por último, los voceros de la causa indicaron que los detenidos y los elementos secuestrados quedaron a disposición del magistrado interventor, por infracción a la Ley 23.737 de Tenencia y tráfico de estupefacientes.