Cuatro hombres son intensamente buscados como sospechosos de integrar una banda delictiva que cometió una seguidilla de robos en departamentos de Mar del Plata. En los hechos logró apoderarse de más de un millón de dólares, 42 millones de pesos, alhajas y joyas.
El caso es investigado por el fiscal de instrucción de dicha ciudad, Fernando Berlingeri, y por el personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Mar del Plata. Los sospechosos ya fueron identificados tras un peritaje clave en distintos teléfonos celulares en los que se recuperaron mensajes en los que reconocían distintos robos.
Los investigadores creen que la banda cometió al menos cuatro robos en los últimos seis meses en departamentos del macrocentro y de la zona de Playa Grande, en el sur de la ciudad.
Con el aval de la justicia de Garantías, efectivos de la DDI y del grupo UTOI allanaron simultáneamente cuatro domicilios y una cueva financiera del macrocentro marplatense con el fin de dar con los delincuentes, pero el resultado fue negativo. El fiscal Berlingeri pidió que se les dicte a los sospechosos una orden de captura internacional.
Los procedimientos tuvieron lugar en una vivienda del barrio privado Rumenco Joven, en una casa en la calle French al 5300, un inmueble en San Juan al 4100, en una casa de la calle Laprida al 5000 y en un inmueble que actuaba como cueva en Catamarca al 2200.
Al arribar la policía, ninguno de los imputados estaba. A los investigadores les sorprendió que el resto de la familia estaban esperándolos: "Nadie se sorprendió de los allanamientos", dijo una fuente con acceso al expediente consultada.
Desde la fiscalía se informó que ya se presentó un abogado en representación de los cuatro acusados, con lo cual prevén que en las próximas horas podrían presentarse por su propia cuenta ante la justicia.
El primero de los hechos que se le atribuye a esta organización ocurrió en julio del año pasado y el último sucedió en los últimos días en otro inmueble de la zona de Playa Grande. Los investigadores creen que los ladrones se alzaron con una suma muy importante de dólares y en pesos, también alhajas y joyas.
La banda realizaba tareas de inteligencia en torno a sus víctimas, lo que le permitía acceder a cierta información sobre los ahorros que tenían en sus inmuebles. "Hay filmaciones de las cámaras de seguridad de los edificios en los que vivían las víctimas y aledañas que muestra a distintos integrantes de la banda que merodeaban la zona los días previos a cometer los ilícitos", explicó el fiscal.
Según la investigación, los delincuentes aprovechaban que los dueños de los departamentos asaltados no estaban en la vivienda al momento de ingresar a robar. La sospecha de los investigadores es que, para ingresar a los departamentos, los ladrones obtenían copias de las llaves de la puerta de ingreso, tanto del edificio como de la vivienda.