Un hombre que deambulaba por la zona de Cerrito y Mar del Plata de madrugada se encontró con una “oportunidad” inmejorable para delinquir: un camión de pollos estacionado y sin ocupantes.
Para su sorpresa, el rodado tenía la puerta entreabierta. El delincuente se arrastró por el suelo para evitar ser visto, se metió a la cabina y lo arrancó en dos segundos.
Luego emprendió la fuga a toda velocidad por las calles de tierra. El fuerte ruido del camión y de los golpes por los pozos despertaron a todo el barrio y alertaron al chófer que se lamentó por perder el vehículo y la mercadería.