La Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N° 35, a cargo de Celsa Ramírez ordenó el desalojo de una histórica galería comercial que se había convertido en un “aguantadero” donde vivían más de 100 personas.
En el momento del desalojo se encontraron locales tomados por familias que dormían allí, además de guardar carros de vendedores y cartoneros. Se constataron los delitos de encubrimiento con fines lucrativos, falsificación de marcas, delitos contra la salud y evasión tributaria.
“La usurpación genera inseguridad y desorden, y los porteños merecen vivir con seguridad y tranquilidad. Tenemos que cuidar a la gente que está dentro de la ley”, sostuvo el Jefe de Gobierno, Jorge Macri.
El sitio generaba temor y preocupación entre los vecinos que durante dos décadas realizaron múltiples denuncias.
Este hecho se suma a la recuperación de otros sitios históricos que estuvieron usurpados por décadas y devuelto a sus dueños como ex hoteles en Flores, Constitución y San Telmo. A estos se sumó un PH que estaba tomado desde hacía 20 años en Villa Crespo, y un gran galpón donde había funcionado el mercado frigorífico Canning, que estaba tomado desde hacía más de una década en Palermo.
Estas acciones beneficiaron a más de 1,6 millones de vecinos y comerciantes.