Es biólogo y doctor en Biología Molecular. Se especializó en Liderazgo, en Innovación, en Dirección de Empresas y es Coaching deportivo y, como dijo alguna vez, trae una perspectiva de la biología que estudia el cerebro. Es conferencista y profesor en la Universidad Di Tella. Trabajó su vínculo con la meditación y la reflexión sobre cómo nuestros pensamientos pueden mejorar o empeorar nuestras experiencias.
Entre todos los temas que abarcó en el marco de una entrevista, Estanislao Bachrach contó que de su padre (quien falleció en 2009) heredó "900 dólares y 5000 libros" y explicó que leer en voz alta "sube la dopamina" y "genera interés", por lo que recomendó hacerlo para materias aburridas.
“Para mí, leer es viajar y cuando uno lee en voz alta sube la dopamina, le interesa más lo que está leyendo. Las materias más aburridas en la universidad, si vos te juntas en equipo y las leen en voz alta, y de repente decís ‘está bueno esto’”, recomendó.
Además, el profesional relató su paso por la prestigiosa universidad estadounidense Harvard y cómo fue vivir en lo que llamó "United Stress of America".
“Pasé del Mediterráneo, 300 días de sol al año, moto, bicicleta, pelo largo, a quedarme pelado en un día en ‘United Stress of America’. Donde yo vivía había cien bibliotecas donde yo podía ir a ver 24 horas abierto. Bibliotecas, cinetecas, vos podías ir a ver una película solo”, contó.
Y continuó: “Tenía la tarjetita de Harvard y por ejemplo hoy venía a hablar Bono de U2, a bueno lo voy a ir a escuchar”.
En la misma línea, Bachrach enumeró los famosos que estudiaron allí durante la misma época en la que él estuvo.
“Una de las personas que salió que más me impresionó es el chico que escribió Jurassic Park, Michael Crichton, se recibió de médico. Termina de recibirse, le da el título al papá y se va a Holliwood y la rompió”, reveló.
“Natalie Portman se recibió de psicóloga y justo me tocó en mi laboratorio porque yo dirigí un laboratorio de 40 chicos de 20 años, yo tenía 30, y ella estaba sentada ahí con su capuchita y un día me dice ‘te tengo que pedir un favor, tengo que ir a filmar La Guerra de las Galaxias. A la mina la veías caminar y no la reconocías”, detalló.
Además contó que “en ese curso también estaba Mark Zuckerberg que hizo un semestre en Harvard o dos máximo. Él estaba más en la computación y estaba muy de moda la genética y como yo era Jefe de Trabajos Prácticos de Biología Molecular Genética había muchos estudiantes de otras carreras que les interesaba la genética”.
“Un día viene Mark y me dice ‘profe necesito pedirte un favor. Estamos armando un sistema para comunicarnos entre todos los alumnos de las carreras y desde Harvard nos van a prestar sus servidores si tenemos muchos profes jóvenes que apoyan la iniciativa, usted ¿puede firmar? Estamos hablando de Facebook”, recordó.
El Budismo en su vida:
El biólogo molecular relató la situación de estrés laboral que lo llevó al límite y cómo un encuentro casual con monjes budistas en un supermercado lo llevó a conocer "el impacto de la meditación y de una vida un poquito más simple".
“Me di cuenta que no era feliz en el laboratorio, que era mucho más felizdando clases. Me decían ‘flaco si vos no publicás pronto te sacamos la visa y te mandamos para Argentina. Eso significaba que en vez de laburar 8 horas quizás tenía que laburar 15”, dijo.
Y sumó: “Se me cae el pelo de mucho estrés, empecé a dejar de hacer deporte y estando en el supermercado dos monjes budistas me chocan con el carrito sin querer y los puteo y ellos me sonríen y eso me sorprendió”.
Su vínculo con Pep Guardiola:
El escritor contó su experiencia trabajando con Guardiola y dejó unas palabras fascinantes del DT del Manchester City.
Después de varias reuniones por zooms, Pep invitó Bachrach a su casa y a vivir el día a día del Club. Estanislao quedó impactado por el nivel de profesionalismo y por algo clave: Pep no se rodea de aduladores, sino de un equipo que lo desafía y lo hace pensar.
"Tiene humor, ironía y un sarcasmo que yo que soy heterosexual me enamoré de él", afirmó el doctor.
“Observé cómo funciona el club y quedé en shock total. La profesionalidad, el cero amiguismo, ahí laburás porque sos brillante, cómo lo aman a Pep, las cocineras, el de mantenimiento. Se armó un equipo que lo desafía y le dice que no. Escucha y cambia”, expresó.
El miedo y la presión:
Bachrach explicó que solo el 1% de los deportistas a nivel mundial rinde mejor en competencia que en entrenamiento, como Nadal, según él.
La clave, dice, no es negar el miedo sino reconocerlo: cuando aceptas "tengo miedo", la intensidad baja y el cerebro puede decidir mejor. “Decir: no tengo miedo, es mentirte, la mente engaña, el cuerpo no", puntualizó.
“El 90% de los deportistas olímpicos en el mundo cuando entrena lo hace mucho mejor que cuando compite. El 9% entrena y compite con la misma performance y el 1% sale a competir y lo hace mejor que lo que entrena”, explicó.