La escena musical argentina volvió a sacudirse luego del lanzamiento de “Divididos", el nuevo álbum de estudio realizado por la banda.
Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella presentaron las canciones, proyectaron el film “Sonidos, barro y piel” y se prestaron a una charla pública.
Después de 15 años sin un disco completo, el grupo entregó un material que combina canciones inéditas con piezas que los fans ya venían coreando en vivo, como "Mundo Ganado", "Insomnio", "Cabalgata Deportiva" y "San Saltarín".
El título del álbum y su arte de tapa ya dicen mucho: dos lienzos, uno celeste y otro blanco, conectados por una sutura. Según contó Ricardo Mollo, la idea nació como un deseo íntimo de sanación, un gesto simbólico que atraviesa el espíritu de este lanzamiento.
El disco fue gestado en distintas etapas entre 2019 y 2025, y llegó al público tras una escucha exclusiva en el estadio Movistar Arena, donde los fanáticos celebraron cada canción como si estuvieran en un recital.
Antes del estreno, se proyectó el documental “Sonidos, barro y piel”, que repasa la historia del trío, su proceso creativo y el vínculo que los mantiene unidos.
Tracklist de "Divididos":
1. Aliados en un viaje
2. Monte de olvidos
3. Bafles en el mar
4. Doña red
5. El faro
6. Mundo ganado
7. San Saltarín
8. Vos ya sabrás
9. Revienta el Mi Mayor
10. Insomnio
11. Cabalgata deportiva
12. Grillo
Sonidos, barro y piel:
La escucha de las doce canciones y una charla con Darío Sztajnszrajber, y el Movistar Arena llevaron de fervor a los presentes.
El documental ofrece varios intentos de explicación por parte de los músicos. En las charlas con el mismo Sztajnszrajber, Ricardo, Diego y Catriel buscan las palabras para definir la alquimia que los anima a subirse una y otra vez al escenario y que cada noche sea distinta; hablan de hermandad y de familia, de una sincronía que el mismo Mollo amplió más tarde, cuando en la charla pública comparó a la banda con un espíritu de panal de abejas, una célula única en la que ya no hay pensamiento ni análisis sino un dejarse ir en el que algo superior toma las riendas.
Arnedo relata el giro del destino que lo llevó del fútbol al bajo, y los comienzos de su fraterna relación con el guitarrista. Ciavarella, a quien ya nadie ve como “el nuevo baterista” sino como componente veterano y esencial del trío, desata una ovación en todo el estadio cuando desde la pantalla dice “¿Ultimo disco? Si se me permite, yo voy a romper las pelotas para que siga habiendo discos". Todo ello entre oníricas imágenes de Hurlingham y grupos de pibes y pibas dedicados a similares ejercicios de contacto humano como un fulbito de potrero o un taller de pintura.
“Hay que irse un poco más al carajo”, dice Mollo en el documental y lo repite en la charla, que comienza con el filósofo haciendo una alegoría entre Dionisio, Apolo y la liberación de emociones que significa la música del trío. El mismo evento, en la óptica del grupo, encarna algo de ese “irse al carajo”, contracorriente, invitar al olvidado acto de sentarse a solo escuchar. Un album que, ante el interrogante de Darío sobre por qué este disco y por qué ahora, tanto el guitarrista como el bajista resumen en un escueto pero contundente “Porque sí”. “Igual, si pasaron quince años es porque todos sabemos que el tiempo ahora va más rápido”, subrayó a su vez el baterista.