La fotografía recorrió el mundo. Ocurrió el 20 de noviembre pasado, cuando una persona con la cara desfigurada abrazó al Papa Francisco en Roma, y causó la misma conmoción mundial que cuando saludó cálidamente a otro hombre que padece neurofibromatosis, una extraña enfermedad que le provoca el crecimiento de tumores en todo su cuerpo.
A Oreste, de 60 años, se lo conoció popularmente como el "sujeto sin rostro", y nada se supo de él hasta casi un mes después de su repentina popularidad. El hombre carga con una historia trágica. Hace más de 20 años, Oreste Tornani trabajaba como mecánico en una fábrica de montaje. Allí sufrío un ataque salvaje por parte de los hermanos de la mujer que amaba, quienes lo desfiguraron con un rifle.
El hombre fue sometido a diversas intervensiones quirúrgicas, aunque ninguna pudo recomponer su físico. Además, le quedaron otras secuelas físicas, como dificultades en el habla.
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En declaraciones a ACI Prensa, Tornani dijo que el dolor físico y espiritual ha quedado atrás y que hoy vive con amor, esperanza y una profunda fe católica, que es la que lo motivó a viajar hasta Roma para asistir a una de las audiencias generales que da los días miércoles el Papa en la Plaza de San Pedro.
"Cuando lo conocí (a Francisco), me preguntó cómo estaba, cómo me iban las cosas y se interesó en si tenía algún problema y en dónde vivía", contó el sujeto. "El Papa habla en sencillo, es cordial, con voz cálida y da gusto oírlo", agregó.
11 de diciembre de 2013
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