Urbanización

Habitantes de la villa 31 denuncian que no tienen agua caliente en las viviendas construidas por la Ciudad

Unas 1.300 familias de la Villa 31 denunciaron que no tienen agua caliente en sus viviendas construidas por el Gobierno porteño en el proceso de urbanización, debido a las fallas que registran los paneles fotovoltaicos y 500 termotanques solares montados sobre los nuevos edificios levantados como parte del plan de urbanización. La situación dramática ocurre a pocos días del inicio del invierno y de las semanas más crudas del frío.

Las familias afectadas son las que residen en las 26 nuevas edificaciones del sector YPF y que anteriormente vivían en los terrenos situados debajo de la Autopista Illia en condiciones de riesgo. Esta situación llevó a que fueran reubicadas en el plan de urbanización ejecutado por el Gobierno porteño, que recibió como parte de financiamiento un crédito del Banco Mundial por 170 millones de dólares.

"Salimos de abajo de la Autopista, que era un lugar donde teníamos agua caliente, para mejorar nuestra calidad de vida y tener una vivienda mejor supuestamente, pero eso no está ocurriendo, sino que pasa al revés. La gente la está pasando mal con el frío y tiene que calentar agua en una olla para bañarse", contó Mirta Rodríguez.

Las viviendas nuevas también se construyeron en el sector de La Containera, donde antes se acumulaban contenedores

"No es cierto lo que dice Rodríguez Larreta que nos dieron viviendas dignas porque no estaban ni están en buenas condiciones. Nosotros estamos pagando nuestras casas, pero desde el primer momento que pusieron los paneles y los termotanques en las terrazas funcionaron mal y ahora se están llenando de agujeros y de óxido", denunció.

De acuerdo a la información oficial sobre cada uno de los núcleos de viviendas se colocaron 26 paneles los cuales tenían por destino proveer del alumbrado a los espacios comunes de los departamentos; también se instalaron 119 sistemas de bombeo solares para el suministro de agua. La generación de agua caliente fue diseñada a través de los termotanques los cuales debían acumular la luz solar para alimentar de energía para unos 20 días aproximadamente.

Sin embargo, los vecinos aseguraron que el equipamiento, adquirido en el exterior por la administración porteña, tiene un sistema de abastecimiento que no es compatible con el de las viviendas, lo que hizo que colapsaran las conexiones y bajara drásticamente el rendimiento.

"Llevamos el reclamo al Consejo de Gestión Participativo y nos dijeron que teníamos razón", dijo la vecina. "Ahora anunciaron que iban a reemplazarlos por termotanques eléctricos que van a ser individuales en cada uno de los departamentos, pero ya entramos en los días de frío y solo arrancaron con la entrega en dos de los 26 edificios", agregó.

La demanda vecinal fue planteada ante la Unidad de Proyectos Especiales del Barrio Carlos Mugica, que preside Tomás Galmarini, un organismo que depende del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño y encargado de la coordinación de las políticas vinculadas a la urbanización.

La Containera, uno de los nuevos barrios de la Villa 31

Además de las quejas por las placas fotovoltaicas y los termotanques solares, organizaciones sociales denunciaron el año pasado una serie de deficiencias constructivas funcionales serias en las nuevas viviendas, entre las que señalaron filtraciones de agua en los techos y paredes, la falta de matafuegos y de elementos de seguridad.

El diagnóstico quedó documentado por el Observatorio del Derecho a la Ciudad que advirtió, por entonces, que los daños relevados podrían llevar a la destrucción de la estructura resistente. "La falta de agua en los sistemas de distribución es un limitante a la hora de, por ejemplo, poder extinguir un incendio", dice el informe.

Milcíades Peña, exlegislador porteño y director del Canal Urbana TeVe que transmite a diario desde el barrio de Retiro, acusó que "la urbanización de la villa es una gran estafa porque se destinaron más de 400 millones de dólares y esto debería ser Suiza, pero no lo es".

"Cuando se instalaron los termotanques se les advirtió al Gobierno de la Ciudad que el sistema no iba a funcionar y fue lo que pasó, no andan y la gente no tiene agua caliente y está padeciendo el frío", agregó.

Por su parte el arquitecto Gustavo Cañaveral consideró que la adquisición de los paneles y los termotanques fue un mal asesoramiento. "Lo de energía solar quedó solo en una cuestión de marketing. El contexto del futuro de energías alternativas, ésta era una posibilidad de aplicarlas en las barriadas populares, pero Larreta se perdió esa oportunidad y privilegió el negocio", explicó.

El experto en temas habitacionales apunto: "Fue una estafa que mostró el desprecio por las familias que tiene el Gobierno de la Ciudad y es indignante porque la gente paga las viviendas y los impuestos".

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