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Julio Aurelio, el consultor que todos miraban aunque no le creyeran

A los 77 años, falleció el creador de Aresco. En su extensa trayectoria trabajó con muchas figuras fuertes de la política argentina y española. Felipe González, Menem, Duhalde, entre otros, figuraban en su curriculum.
Lunes, 27 de enero de 2020 a las 18:02

El padre de la consultoría para unos, el encuestador del peronismo para otros. Julio Aurelio murió hoy a los 77 años. En su larga trayectoria y su curriculum no podrán faltar su lazos con varones fuertes del Justicialismo como Antonio Cafiero, Carlos Menem, o Eduardo Duhalde, entre otros. Como creador de Aresco habrá logrado la misma cantidad de sonrisas que de miradas de reojo. Sin dudas, que todos tendrán sus razones para haber llegado a esa conclusión, pero es innegable que dejó una huella importante en su actividad.

Era licenciado en sociología y egresado con honores de la Universidad Católica Argentina. En 1985 comenzó a funcionar su consultora Aresco en Buenos Aires, pero ya trabajaba desde 1977 en España. En los últimos tiempos, la llevó adelante su hijo, Federico. 

En 1975, Aurelio había recalado en Madrid. Aunque en la España franquista y en la Argentina de Isabel Perón no eran muchas las encuestas que se hacían, fue perfeccionando su técnica y haciéndose de un nombre. En España fue consultor para la Casa Real en la crisis del gobierno de Adolfo Suárez y, en 1996, trabajó para la campaña del Partido Popular, que llevó a José María Aznar a la presidencia del gobierno.

Mientras vivía en Madrid -viajando cada vez que hacía falta- trabajó en todas las campañas importantes de la Argentina desde 1983. Ese año anticipó el triunfo de Alfonsín y, después, vaticinó el de Cafiero sobre Casella para la gobernación bonaerense (1987) y el de Menem con colegio electoral propio (1989).

Era un animal de trabajo, a tal punto que su oficina y su casa estaban en edificios contiguos, sobre la avenida Santa Fe. Por supuesto, que a lo largo de su extensa trayectoria tuvo varios desaciertos, como no incluir en el radar a Sergio Massa, en 2007, o no leer que Cristina Kirchner iba a ganar en 2011, por un aplastante 54%.

Sus colegas más renombrados confesaron durante años que Aurelio consiguió destacarse del resto. "Es el mejor", dicen muchos, pero él lo negaba enfáticamente.


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