La última tormenta fuerte ocurrida hace dos semanas provocó el insólito hundimiento de un tramo de casi 50 metros de la avenida Palacios en Ramos Mejía, partido de La Matanza, en donde el asfalto cedió y dio lugar a que el arroyo Maldonado que corre por debajo de esa arteria quede una vez más a cielo abierto.
Fotos y video de los primeros momentos del cráter –ACÁ-
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Desde ese momento, el tramo entre las calles Aconcagua y Pepirí permanece cerrado al tránsito y rápidamente comenzaron los trabajos por parte de la misma empresa que se encarga de las tareas para habilitar el reservorio de agua debajo del Ateneo Don Bosco, ubicado a unas 4 cuadras del lugar.
A lo largo del “cráter”, se colocó un vallado de madera como protección. Sin embargo, los vecinos pidieron en el municipio la presencia de la policía mientras duren los trabajos, para evitar la circulación de motos en la vereda a alta velocidad y la posibilidad de que se aproveche la reducción del espacio para cometer robos. Desde entonces, un patrullero de la policía comunal se encuentra en el lugar a modo de prevención.
Otro de los inconvenientes que manifiestan las personas que tienen cochera y que viven a lo largo de la cuadra es el de no poder ingresar los vehículos a sus casas, a lo que se suma el eterno reclamo por las inundaciones cuando llueve.
Desde el municipio, la Secretaría de Obras Públicas negó la posibilidad de que se produzcan otros desprendimientos en las casas linderas o en otros tramos de la avenida y estimó que cuando estén terminadas las obras del “reservorio” ayudarán a que el caudal del arroyo se mantenga en su curso normal.
Obra y plazos
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24CON dialogó con uno de los encargados de los trabajos, quien explicó que todavía no existen precisiones sobre cómo será la obra completa, ya que todavía el arreglo se centra sobre la cuadra en la que el asfalto cedió. “Por lo que sabemos, se realizó una inspección de todo el recorrido bajo la avenida Palacios desde San Martín hasta Rincón y la condición sería similar a la de esta cuadra, pero aún no hay precisiones”, dijo.
Dentro del tramo que actualmente está cortado al tránsito, se están colocando guías de hierro para “apuntalar” el recorrido del arroyo y en los próximos días se hará un “by pass” con caños que ya se encuentran en el lugar y formar así un doble canal. Los trabajadores aseguran que la tierra está firme (las máquinas no pueden enterrarlas las vigas más de ese punto), aunque consideran que sobre el arroyo todo el trazado está en similares condiciones que el fragmento que cedió, por lo que no descartan nada.
Durante el trabajo, encontraron que se hicieron varias perforaciones fluviales que comprometieron la integridad del entubado y explicaría que la construcción no resistiese por el peso y el gran caudal de agua de lluvia. Esta situación también ocurre en el resto del trazado que todavía sigue abierto al tránsito y sobre el que pasan camiones y colectivos.
Con respecto a los plazos, se estima que en dos meses se podría considerar finalizado el arreglo en el sector del cráter, pero después la obra continuaría a lo largo de toda la avenida, aunque todavía resta definir en cuántas cuadras se haría y con que financiamiento.
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