El médico más famoso y ácido de la televisión, finalmente, tuvo que decir adiós. Después de ocho temporadas, la serie "Dr. House" (House M.D.), una de las más exitosas no sólo en Estados Unidos sino en el mundo, terminó con un episodio llamado "Everybody Dies" (Todos mueren).
El capítulo transcurre en una fábrica prendida fuego, donde el protagonista, interpretado por el actor Hugh Laurie, está con un paciente adicto a las drogas. Cuando el médico trata de escapar del lugar, se le desploma la estructura encima y, más tarde, terminan identificando su cuerpo.
Entonces, todos sus amigos y el personal del hospital donde comandaba el grupo de casos especiales van a su funeral y, cuando su mejor amigo, James Wilson, dice unas palabras, le llega un SMS con la frase "¡cállate, idiota!".
En la escena final, House le confiesa a Wilson que decidió fingir su muerte para poder pasar los últimos meses junto a él, que tiene cáncer terminal. Así, se puede ver cómo se van en una moto por una larga carretera.
La serie entró en el Libro de los Récord Guinness por ser considerada la más vista, con una audiencia de 81 millones de personas en 61 diferentes países.
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