Para gran parte de los argentinos Alejandro Vanderbroele podría caminar por el microcentro sin ser reconocido. Quizás, a alguno que otro que sigue muy de cerca las noticias, su rostro le sonaría familiar. Si su figura pasa desapercibida, mucho más su nombre, por lo menos antes de salir a la luz el escándalo de la calcográfica Ciccone, la empresa que imprimía los billetes argentinos, entre otras tareas ligada al Estado nacional.
Este empresario devenido en "arrepentido" en la gestión macrista afirmó ser testaferro del ex vicepresidente Amado Boudou. Gracias a un acuerdo firmado con el Ministerio de Justicia, que dirigía Germán Garavano (al igual que el hizo Leonardo Fariña), y claro que con la bendición de Mauricio Macri, fue una pieza clave para la condena de Boudou. Si bien la famosa iniciativa que llevó adelante Garavano y que le trajo gran rédito al ex primer mandatario con la opinión pública no es compartida por muchos, no tenía nada de ilegal. Sin embargo, en las últimas horas los medios volvieron a hacer famoso a Vanderbroele por un motivo que sí estaría flojo de papeles.
Es que el supuesto amigo y socio de Boudou habría comprado un coqueto hotel boutique en Chacras de Coria, Mendoza, con dineros que la dupla Garavano-Macri autorizaron y que obviamente salieron de las arcas públicas. La para nada despreciable suma de 1,5 millones de pesos se desembolsó para que el arrepentido pueda solventar sus gastos y tener una actividad lucrativa luego de su "vital" aporte a la Justicia argentina.
Según la web de la posada, La Masía es una casona de campo con estilo romántico, con una decoración que fusiona el arte con el vino. Cuenta con seis habitaciones equipadas con aire acondicionado, calefacción y TV con cable. Tanto las habitaciones como el comedor y el living dan a un jardín de 3000 mts, con una piscina de 14 mts. y un jacuzzi.
LA CAMPANA DE AMADO BOUDOU
Desde el penal de Ezeiza, donde permanece detenido, el ex vicepresidente cargó contra el testigo arrepentido y contra el juez que lo condenó. "A Vanderbroele le pagaron para que declarara y al juez le pagaron con un decreto para ponerlo en Cámara Federal, donde hoy permanece", afirmó Boudou.
Luego que esta semana saliera a la luz el posible pago de un cifra millonaria para que Vanderbroele comprara el hotel La Macía, en Mendoza, el juez federal Ariel Lijo solicitó que se investigue. El magistrado tuvo a cargo la instrucción de la causa por la que Boudou terminó con una condena de cinco años y diez meses de prisión por la apropiación de la imprenta Ciccone, la reducción de sus cuantiosas deudas con la AFIP y su posterior contratación con el Estado para imprimir billetes.