Según la defensa de la principal sospechosa, ese fatídico 10 de enero, Lucila había dejado el PH a las 7 de la mañana. Cuando regresó, alrededor de las 13, su amiga yacía muerta en el piso de su habitación, en medio de un charco de sangre. La joven, preocupada por el paradero de Solange, había ingresado junto al novio de ésta última, Santiago Abramovich, a la vivienda.
“El fiscal está embalado, convencido de que Luli es la asesina, pero se equivoca”, dijo a 24CON el abogado de Frend, Sergio Pizarro Posse. ¿Por qué? “Porque en el mundo de los factores humanos, a veces, sobre la misma cuestión la biblioteca va para un lado o para el otro. Lo cierto es que, técnicamente, no se justifica que Lucila sea sospechosa. La prueba en ese sentido la favorece de manera abrumadora. Hasta el famoso ADN lo hizo”.
El letrado se refiere al que había sido el último intento del fiscal, Alfredo López Guevara, y del abogado querellante, Roberto Damboriana, de implicar a la muchacha en la causa: un cabello había sido hallado en el cuerpo de Solange y se inclinaban por la hipótesis de que pertenecería a Lucila, prueba suficiente para incriminarla.
Sin embargo, el análisis de ADN comprobó que no era de la amiga. ¿De quién entonces? “No lo sabemos porque, pese a que hay personas a las que deberían hacerle el estudio, simplemente, no lo hicieron. Así que no se sabe de quién era ese cabello. Teniendo el factor de ADN ese descuido es inconcebible. Pero no voy a hablar de las falencias de la investigación porque yo estoy en este caso para demostrar que Lucila no tiene nada que ver con el homicidio”, explicó Pizarro Posse y apuntó a los obreros que, ese día, tuvieron fácil acceso –si lo hubiesen deseado- a la habitación de Solange, puesto que la ventana estaba abierta y ellos, trabajando al lado.
Ahora, la nueva carta del fiscal es la hora de muerte de la víctima. “Como el horario que se fijó en las pericias no se ajusta a la hipótesis del fiscal y de la querella, llamaron a dos seudos peritos para volver a determinar la hora de muerte”.
Al respecto, Pizarro Posse manifestó que “el Código Procesal determina los peritos conferencien entre sí, para llegar conclusión común. Todos los peritos, inclusive los de la fiscalía y la querella, determinaron que el horario de muerte fue entre las 7 y las 13 horas. Además, todos, escucharon atentamente la declaración del Dr. Aranda, el primer médico que llegó al departamento para revisar a la occisa. Y, los dos últimos seudos peritos no hicieron ese recorrido, ni siquiera escucharon al doctor Aranda y determinaron que el horario de muerte fue a la madrugada, horario que se ajusta a su presunción”, se quejó el abogado.
Otro aspecto que hay que investigar es las dos languideces –hematomas- que presentaba el cadáver de Solange. “El hematoma se produce cuando la sangre deja de circular. Salange tenía dos languideces producto de dos posiciones diferentes. El de menor tamaño señala que estuvo aproximadamente 3 horas en la misma posición desde que la mataron y el otro, más grande, demuestra que la cambiaron de lugar y que estuvo en esa posición alrededor de 5 horas. Quien la mató, se quedó en el lugar esas tres horas y, luego, la cambió de lugar”, agregó el defensor.
En cambio, el abogado Roberto Damboriana, que representa a la familia de Solange, sostuvo que ya habían pedido la indagatoria de la sospechosa por considerarla presuntamente "autora", y aclaró que no se reclamó que sea detenida porque entienden que no habría elementos para pensar que pueda fugar o entorpecer la causa. "En principio sostenemos que fue autora. Si hay alguien más, veremos en el debate", dijo Damboriana.
¿Por qué para Damboriana y el fiscal Lucila sería la asesina? “Fue determinante el último informe medico que estableció que la hora de la muerte de Solange fue durante la madrugada, cuando estaba Lucila en la casa, y no a primera hora del 10 de enero, como se había pensado en un principio”. También afirmó que se suma a ello la hipótesis de que el asesino sería "una mujer zurda" por el tipo de cortes que había en las heridas de arma blanca y porque "no hubo forzamientos ni pisadas ni rastros de personas que ingresaron al departamento, pese a que esa noche llovía".
En un mes se conocerá la decisión del juez que atiende la causa, Ariel Díaz, sobre la situación procesal de Lucila Frend, a quien la madre de la víctima, Patricia Lamblot, la calificó como “un lobo con piel de cordero”.