El rubro actoral es sin dudas uno de los más importantes a la hora de las premiaciones. Este año, no hay numeros puestos, y la competencia tiene final abierto
El año pasado había una sentencia casi unánime: el Oscar era de Leonardo DiCaprio. Nadie se imaginaba al actor del El Renacido lléndose del Dolby Theater con las manos vacías. Después de varias nominaciones y otras tantas frustraciones le había llegado la hora del reconocimiento. En el rubro femenino también había una sensación de unanimidad con respecto a la performance de Alicia Vikander en La Chica Danesa. Era su primera nominación, pero la actriz sueca tenía todos los números para llevarse la estatuilla a casa, y eso ocurrió.
Este año, no hay certezas, al menos en los rubros actorales principales, solo especulaciones e intriga.
En la sección de Mejor actor masculino, Ryan Gosling, tremendo interprete que ha probado suerte en diferentes rubros y siempre lo ha hecho bien, "la rompe" como un músico de jazz soñador en la imprescindible La La Land. ¿Lo premiara la Academia? Si es arrastrado por la ola de galardones que se supone cosechara la película de Damien Chazelle, se puede pensar que sí. Claro que, lucirse en un musical (algo complicado para cualquier intérprete teniendo en cuenta que no solo debe actuar, sino también cantar y bailar) puede ser visto como algo "liviano" si se lo comparar con una buena actuación dramática. Por este motivo, Casey Affleck tiene algunos "porotos a su favor". Su caracterización en Manchester junto al mar es conmovedora y creíble. ¿Qué puede jugarle en contra entonces? Sin dudas, cuestiones extrapremios pero no por eso menores, una acusación de un doble acoso sexual que nunca fue del todo aclarada, y que ahora ha tomado repercusión mediática debido a la nominación.
Viggo Mortensen nominado por su Capitán Fantástico, parece difícil que se vaya ganador esa noche. No porque su trabajo no lo valga, sino porque es una cinta independiente, que poca gente vio, y que no parece ser mas impactante que sus otras cuatro competidoras. Un filme mas "festivalero" que hollywoodense.
Andrew Garfield como el soldado Desmond Doss en la maravilla fílmica de Mel Gibson, Hasta el último hombre, puede ser la sorpresa de la noche. Su trabajo es sólido, y se carga la película al hombro, habrá que ver si tener el nombre "maldito" de Gibson detrás, no le juega en contra.
Por último, el veterano del grupo, Denzel Washington, va por su segundo Oscar. En Fences, la película , que él mismo dirige, encarna a Troy Maxon, un basurero en la década de los 50 que de joven era un prometedor jugador de béisbol y que se tiene que conformar con una vida trivial en la que tiene que soportar diariamente la discriminación. Personalmente, creo que la Academia hará un mea culpa por la controversia pasada con los premios a los afroamericanos, y le dará la estatuilla a este ícono de los actores de color.
En el apartado femenino, las cosas están más claras. Hay una representante afroamericana (Dios no quiera que la Academia vuelva a olvidarse de cumplir con el cupo) Se trata de Ruth Negga nominada por su labor en Loving. Allí encarna a una mujer que esta en pareja con un hombre blanco en plena época de la segregación. Lo que se dice una nominación "políticamente correcta", pero con escasas posibilidades de resultar ganadora.
Luego encontramos a Natalie Portman, por su estupenda interpretación en Jackie, en donde encarna nada más ni nada menos que a la viuda de JFK. Su presencia en el quintento de nominadas parece el reconocimiento justo a un emblema de la historia americana.
Isabelle Huppert, la francesa nominada por Elle, podría tener algunas chances si algunas de sus competidoras no fueran tan fuertes. La nominación parece más un relleno para completar el rubro.
Y llegamos a Meryl Streep, la actriz más nominada de la historia, que con su labor en Florence tiene posibilidades. Aunque esta parece, una nominación testimonial, casi una obligación de la Academia, colocar en el rubro a la actriz que todos aman... bueno todos no, el presidente Trump la odia, y en este sentimiento quizás encontremos la razón más fuerte de su lugar entre las cinco elegidas.
Finalmente, Emma Stone, la nueva "novia de América", por su carismatica, electrizante e irresistible actuación en La La Land debería ser la ganadora. Ya triunfó en Venecia, en Los Globo de Oro y en los premios de los Sindicatos. Esta sería la frutilla de la torta, que los miembros de Academia, amantes del cine clásico, de las épocas doradas de Hollywood, seguramente le darán.