Mientras el peronismo se acomoda a los nuevos vientos, la legislatura bonaerense se convirtió en un ring de batalla donde no una ni dos, sino cuatro facciones quieren pelear el poder que queda como si no estuvieran todos en la misma bolsa.
La pregunta que surge parece obvia: ¿No se debilita mucho? Del otro lado, desde donde se empieza a diagramar el futuro del PJ, la respuesta vuelve cruel, directa y realista: “¿Acaso ya no está debilitado?”.
Ahora deben aparecer los líderes para resurgir el espacio. Pero la cosa está compleja y se ve en la Legislatura bonaerense, donde los dirigentes PJ negocian de a grupos de apenas dos o tres. Allí, según aseguran a este medio, es donde el partido se abriría en cuatro partes. Ya sonó el primer reacomodamiento con el presunto corrimiento de Ottavis de la titularidad del bloque FpV en Diputados. La Cámpora presiona. El Movimiento Evita hace lo suyo. Nadie quiere perder terreno y, en ese camino, el peronismo va camino a una fuerte división.