Más que sorprendidos deben haber estado los médicos del Hospital de Cruces en el País Vasco, quienes atendieron a una consternada jovencita a la cual tuvieron que extraer una bolsa de la vagina. La misma había sido introducida por su novio, a conciencia, cuando practicaban sexo “protegiéndose” de esta forma tan particular.
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Según publicó el sitio nopuedocreer.com, la parejita estaba en el parque comiendo pipas y, como suele suceder en este tipo de historias, todo comenzó como un juego: que si me gusta chupar las pipas antes de comerlas, que si sabés el chiste de la almendrita, obvio, aquel que dice:
-"Mamá, mamá, Juancito tiene el pene como un chizito"
-"¿Chiquito?"
-"No, salado"
De ahí a ponerse como estudiantes en celo y cometer una locura, hay un paso. Sin embargo lo más llamativo del asunto es que los médicos aseguraron que este tipo de casos "pasan más a menudo de lo que nos podemos imaginar". ¿Qué más encontrarán? ¿Medias? ¿Bolsas de papas fritas? ¿De consorcio (para los muchachos mejor dotados)? ¿De supermercado? Sólo ellos lo saben.
En fin, lo cierto es que de todo se aprende y la moraleja derivada de este percance es clara: Para fornicar, sólo condones en buen estado. Sin excusas, si no tienen dinero van a un Hospital y allí te equiparán convenientemente.