Siempre queda tiempo para recorrer y conocer una ciudad, aún cuando las jornadas laborales sean extensas, las reuniones se sucedan durante todo el día o el congreso al que asista sea muy intenso. Es más fácil optimizar el tiempo si tenemos una idea de lo que hay para ver. Para ayudarlo a elegir entre tantas propuestas, le ofrecemos una breve guía de lo clásico y lo nuevo de la capital cordobesa.
Nueva Córdoba
El centro de la movida cultural y artística de la ciudad se encuentra en este barrio que, entre 1890 y 1900, fue el lugar elegido por familias de alto poder adquisitivo (esto se puede apreciar en los lujosos palacetes que se encuentran repartidos por la zona) para fijar su residencia y, un poco más tarde, por universitarios debido a la cercanía con las facultades.
Hoy, concentra el arte y el patrimonio cultural de la provincia. Su epicentro indiscutido es el Paseo del Buen Pastor, una moderna plaza que dispone de locales comerciales, restaurantes, bares, y un centro cultural que funciona en la ex cárcel de mujeres de la provincia. La capilla neogótica con sus hermosas pinturas murales, el atrio y las galerías circundantes, es el único testimonio que queda en pie de esos años.
A dos cuadras, el Palacio Martín Ferreyra irradia su imponente belleza y alberga el Museo Superior de Bella Artes. En sus salas pueden verse obras de Fader, Soldi, Gorriarena, Noé, De la Vega y muestras temporales. Si tiene tiempo, pase de noche porque está muy bien iluminado con un sistema que integra y combina luces rojas, verdes y azules.
Frente a la plaza España, en la entrada al parque Sarmiento, se encuentra el Museo Caraffa, que también fue reciclado uniendo el antiguo edificio neoclásico con una estructura moderna de hormigón, hierro y vidrio. En su interior, podrá ver muestras temporarias de arte contemporáneo.
Paseo de las Artes
El barrio Güemes es la parte bohemia de la ciudad y por eso lo llaman el San Telmo cordobés. Si bien no es tan grande ni tiene tantas propuestas como el porteño, se destaca por sus casas antiguas, algunas restauradas y otras en proceso de revalorización. Si tiene la suerte de estar en la ciudad un sábado o domingo, viste el Paseo de las Artes, una feria que funciona en el pintoresco pasaje Revol. Allí encontrará de todo un poco: libros, flores, artesanías, discos, antigüedades, etc.
En las calles aledañas podrá tomar un cafecito o un trago en algunos de los bares con onda palermitana: Casa Tomada, Adentro, Alfonsina, Valentina. Si quiere un poco de arte y cultura el lugar indicado es la Memoria Casa de Pepino, un espacio de arte que lleva el nombre del dueño de la casa, donde hay muestras que cambian todos los meses (Fructuoso Rivera y Belgrano).
Comer y beber
Para ir de copas existen zonas bien diferenciadas de acuerdo a las edades. La movida joven es en la calle Rondeau (Nueva Córdoba), donde hay un bar al lado del otro y discos, desde el comienzo de la calle hasta el boulevard Chacabuco y en las aledañas.
Cada uno tiene su onda, y después de las 12 de la noche la juventud cordobesa los invade. Para los mayores de 30, la zona es Alta Córdoba, con gran concentración de bares donde es posible escuchar música en vivo y restaurantes de cocina étnica, parrillas y tapas. Las calles: Urquiza y Fragueiro.
El barrio General Paz se destaca por ser un área gastronómica importante. Sobre la calle 24 de septiembre y en los alrededores hay restaurantes para todos los gustos.
Una buena fuente de consulta es la guía de fin de semana que publica los jueves el diario La Voz del Interior. En sus páginas ofrece información sobre las actividades culturales de la semana, cartelera de espectáculos y las novedades gastronómicas.
Lo de siempre
Si el símbolo de la Córdoba moderna es el Paseo del Buen Pastor, el símbolo de la tradicional es la Manzana Jesuítica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2000. De visita obligatoria, por su historia y arquitectura, se recomienda contratar un guía para aprovechar el recorrido al máximo (se pueden contratar en la Oficina de Turismo que funciona en el Cabildo Histórico).
La Iglesia de la Compañía constituye uno de los puntos fuertes de la visita. No deje visitar la restaurada Capilla Doméstica, no se arrepentirá, es una joya arquitectónica sin precedentes por su estilo y por la tecnología que se utilizó en su construcción.
La Catedral y las innumerables iglesias que se encuentran en el casco histórico son también el sello de Córdoba, piérdase por las callecitas del centro y se encontrará con alguna. No se olvide de levantar la mirada y observar sus cúpulas.
Más información www.cordobaturismo.com.ar