Antes de ingresar a los tribunales de Morón, Calcagno dijo que tomarán "todas las precauciones para que el testigo esté más cerca del tribunal sin tener que recibir la mirada del imputado", aunque aseguró que su defendido "está entero" anímicamente.
Calcagno dijo que los hechos de abuso sobre los que expondrá el joven Luis, que es testigo, víctima y querellante, ocurrieron en Hurlingham y en El Calafate, cuando el joven tenía 17 años. Y ratificó que las pericias psicológicas que le hicieron a Grassi demostraron que tiene "el perfil de un delincuente sexual".
En tanto la semana próxima cuando continúe el juicio, concurrirán los peritos de El Calafate que comprometieron con su pericia muy seriamente a Grassi. En tanto el cura rechazó haber estado dubitativo ayer durante el interrogatorio de los abogados de la querella y consultado acerca de cómo se iba a defender hoy ante el testimonio de las víctimas, dijo: "La firmeza la voy a mantener con la verdad".