¿Qué hay detrás de este cambio abrupto en el final de la película?
La historia que encontró su clímax el martes 25 de agosto cuando el mundo empezó a repetir la palabra burofax y la sorpresiva decisión del crack argentino rebotó por todas las latitudes, dio un vuelco cuando quedaron cara a cara Jorge Messi, el padre y representante del jugador, con Jose Maria Bartomeu, presidente del club.
Un detalle para nada menor: del cónclave participaron también los asesores legales de cada una de las partes.
En las oficinas del Camp Nou y durante una hora y media de charla cordial quedó claro una cosa: tanto el jugador como el club mantenían sus posturas y pensaban ir hasta las últimas consecuencias.
Mientras la institución afirmaba que la única chance de permitir la salida de su capitán era si él pagaba la cláusula de rescisión de 700 millones de euros, del otro lado amenazaban con activar la otra clásula (la que lo habilitaba a quedar libre al finalizar la temporada) pero enseguida aclaraban que preferían negociar una transferencia.
Allí está el nudo de la cuestión. Más allá del fastidio de Messi con el presidente, con las formas que utilizó el nuevo entrenador Ronald Koeman, con la política de compra/venta del club, con los fracasos deportivos de los últimos años, con la salida de su amigo Luis Suárez, más allá de todo eso, tenía contrato vigente hasta junio de 2021. Y tratar de liberarse gratis, amoldando la cláusula de salida unilateral a la coyuntura de un 2020 en el que la temporada del fútbol europeo se estiró por el coronavirus, iba a general inevitablemente una disputa legal con el club en el que vivió y jugó durante 20 años.
"Si te vas, te haremos juicio", fue el mensaje que dejó correr el club. Si te vas libre, el Manchester City (o el club que fuera) deberá estar atento a posibles consecuencias financieras más allá de que la FIFA le otorgara al futbolista un permiso provisorio para seguir desarrollando su trabajo en otro lugar.
Esta disputa fue la que intentó evitar Jorge Messi en la reunión del miércoles.
Fue una charla cordial, fue un encuentro ameno. Pero queda claro que el padre del futbolista no logró el objetivo había ido a buscar. No alcanzó a poner sobre la mesa la llave de una negociación que permitiera a Lionel irse del club de una manera elegante.
Salir gratis, paradójicamente, implicaba un costo que la familia Messi no estaba dispuesta a asumir.
Las horas pasaron. Y lo que parecía imposible se volvió probable. Jorge se reunió con Leo para charlar del asunto. Los abogados plantearon pros y contras de cada camino a tomar. Y la mañana del jueves, mientras Messi y Suárez jugaban al pádel, la continuidad en el club empezó a tomar forma.
En una novela en la que los protagonistas principales no hablaban públicamente, fue Jorge Messi el que dio señales mínimas. Del "está difícil" a admitir que la chance de continuar ya no era algo imposible.
El viernes, antes del anuncio oficial, llegaron los dardos en forma de comunicados. ?La familia Messi ratificó su postura e insistió en que el futbolista podía dejar el club sin tener que pagar la cláusula de rescisión. A través de una carta que Jorge le envió a Javier Tebas, presidente de LaLiga, el padre y representante del jugador cuestionó la postura de la organización que en sintonía con el club instaba a La Pulga a cumplir su contrato.
"Es obvio que la indemnización de 700 millones de euros, prevista en la cláusula previa 8.2.3.5, no aplica en absoluto", aseguró la familia Messi?.
Enseguida llegó el contraataque. "Desde LaLiga se ha trasladado respuesta al mensaje enviado desde el entorno del jugador Leo Messi. Dicha respuesta pone de manifiesto y confirma la interpretación descontextualizada y alejada de la literalidad del contrato que realizan, por lo que LaLiga se reitera en el comunicado publicado el pasado 30 de agosto", apuntaron en un escueto mensaje.?
Es un final inesperado y que sigue a la espera de explicaciones claras, de voces oficiales. Se espera que el jugador rompa el silencio en las próximas horas, tal como hicieron saber desde su propio entorno. No renunció Bartomeu. No se va del club Messi. ¿Seguirá Luis Suárez? Todo sigue igual, aunque lejos está de seguir igual de bien.