Franco Picardi pidió al juez Luis Rodriguez investigar al Gran hermano, Esteban Morais, alias “Bam Bam”, entre otros, por formar presuntamente parte de una posible organización dedicada a captar mujeres con fines de explotación sexual. Los imputados ofrecían trabajos de “prostitución” a chicas a cambio de importantes sumas de dinero.
El titular de la Fiscalía Criminal y Correccional Federal N°5, Franco Picardi, impulsó la acción penal contra “Bam Bam”, y otras personas, entre ellas un futbolista chileno y un empresario vinculado al mundo de la moda, por haber montado una organización que habría captado y trasladado a la República de Chile a mujeres argentinas y explotado sexualmente en el país trasandino. La causa se inició a raíz de una denuncia presentada por un personaje del espectáculo en septiembre de este año.
Según el requerimiento del representante del Ministerio Público Fiscal presentado ante el juez Luis Rodriguez, titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal N°9, “Bam Bam”, Victoria Cavalli alias “Loli”, Andrés Baile, Marcelo Marocchino, Valentín Benet y Felipe Ignacio Seymour Dobud habrían engañado a mujeres a través de falsas ofertas laborales.
El fiscal federal explicó que Cavalli le habría ofrecido a la denunciante formar parte de una promoción de eventos que se iba a realizar Chile, durante tres meses. La propuesta habría consistido en hacer “presencias” en diferentes boliches bailables y a cambio les prometían importantes sumas de dinero. El contrato de trabajo incluía la provisión de un departamento en Santiago de Chile en el barrio Providencia, los pasajes aéreos y todos los gastos de transporte y estadía.
En su presentación, la joven denunciante también señaló que a pocos días de haber llegado a Chile, Victoria Cavallli le ofreció otro “mejor negocio” que consistía en “gatear, prostituirse con empresarios y gente del poder” y le prometía que por esa actividad podría cobrar entre 700 y 800 dólares. Sin embargo, resaltó que al negarse, los imputados cancelaron “súbitamente” los “shows y presencias” prometidas, por lo que no pudieron tramitar la visa laboral y comenzaron a ser tratadas como indocumentadas por los medios de comunicación de Chile. “Pasamos días de hambre, sólo tomando agua y comiendo algunas sobras de días anteriores (…) fuimos con un plan de trabajo y al llegar nos plantearon otro. Si bien no nos obligaron a prostituirnos, nos condicionaban de tal manera, al no darnos comida, ni trabajo, ni techo”, señaló la víctima.