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La "movida" de la playita

La costa de Olivos, remodelada, se convirtió en un punto de encuentro para los jóvenes. Clericó, "fierros" y sol a full. Un lugar para encontrar la playa a metros de la Ciudad.
Viernes, 26 de diciembre de 2008 a las 13:13

A metros de avenida del Libertador existe otra realidad, la del descanso y el disfrute. Y aunque no parezca así, en Olivos, la quinta presidencial dejó de ser el atractivo popular hace años cuando la famosa “Playita” la destronó por completo. Hoy, los turistas y los no tanto, se acercan a remojar sus vacaciones a este destino que hoy está bajo la lupa de 24CON.

 

El barrio lindero al río está calificado como ABC1, que sería algo así como “clase alta” o residencial densa. Pero la “Playita” de Olivos no es un espacio VIP para convertirse en el punto de referencia de los jóvenes que llegan a sus “arenas” desde cualquier distrito de la provincia. “Preferimos venir acá porque tenés la libertad de tomar sol y al mismo tiempo beber algo fresco”, dijo Matías, uno de los cinco chicos que esa tarde tomaban un clericó en “The One”, el barcito con terraza más famoso del lugar.


 


Es que la “Playita” tiene eso de incierto que genera en los jóvenes un atractivo especial. “Por ahí venís una tarde y tenés a una banda tocando en la calle o frente a uno de los bares”, comentó el joven. Lo cierto es que hay conciertos programados para casi todos los fines de semana de las vacaciones de verano, con el agregado de poder concretar con los artistas un trago “post show” o como popularmente se lo llama: “el after show”.


 

 

Aunque el común denominador son los jóvenes, los más chiquitos también tienen su espacio. Hay juegos con tobogán y hamacas en una suerte de placita apostada a la ribera del La Plata. Además, los vendedores de barriletes son las estrellas del lugar cuando la manada de chicos se agolpa para comprar su avión “artificial”.

Pero la mezcla de este destino no termina ahí, porque la playita es una moneda con cientos de caras. Lejos de los chapotazos y más cerca de los fierros, están los “pisteros” que se juntan simplemente a adorar sus máquinas a la luz del sol. Parece que no, pero sus aparatosos equipos musicales con miles de watts de potencia, son los musicalizadores de las tardes ribereñas. Eso sí, no a todos les caen simpáticos, porque también hay gente que simplemente se acerca a descansar. Sólo eso, esterilla, sol y mate. Esta vez, el churrero es la mega estrella.

 

 

En la actualidad, la ribera está siendo remodelada. Es así que el ingreso al tránsito está prohibido los fines de semana y parcialmente limitado los días de semana.

 

 

 

 

 

 



Por todos sus matices y posibilidades, la “Playita de Olivos” se convirtió en un clásico que continúa juntando generaciones tras generaciones y que sigue creciendo.
 
 
 
 
 
 
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