¿Por qué dejó una carta aclarando que su muerte nada tenía que ver con el triple crimen? "No sé por qué hizo referencia al triple crimen", manifestó el empresario, pero aseguró que "el suicidio de Ariel no tiene que ver nada con la masacre".
Además, Magallanes reveló que él y su amigo tenían una deuda de 3 millones de pesos y que habían cancelado el 60 por ciento de la misma. Sin embargo, admitió que colaboraron con 100 mil pesos a la campaña de la actual presidenta, Cristina Fernández, por comulgar con sus "ideas políticas".
En tanto, insistió en que a su socio "lo agobiaban las deudas, cuando uno tiene una deuda te acosan y te torturan telefónicamente. Todo el mundo quiere cobrar ya".
Al respecto, comentó que llegaron a tener esa fragilidad económica debido a "un giro comercial". "Ariel se tuvo que ir a vivir a la casa de la madre porque no podía pagar más el alquiler de su departamento de Las Cañitas y el viernes -anterior a su muerte- nos cortaron el teléfono por falta de pago".
"Fuimos amigos desde los 10 años. Era un tipo bárbaro, de muy buena madera, estoy muy triste", manifestó al tiempo que lo diferenció de Forza: "eran como el agua y el aceite". Y detalló: "Ariel recién estaba dando sus primeros pasos, en cambio Sebastián era un empresario consolidado. Desde los 18 que se dedicaba a la industria de los medicamentos, incluso su familia se dedica a lo mismo. Era un experto".
Por otro lado, explicitó su relación comercial con Forza. "Unifarm, nuestra empresa, vendía y compraba medicamentos a Sebastián. Los medicamentos que vendía él eran de alto costo". No obstante, negó que hayan comercializado efedrina entre ellos. "Nunca vendimos ni compramos efedrina, tampoco nunca pedimos autorización para hacerlo al SEDRONAR". Por último, aclaró que "nuestra empresa no tiene nada que ver con Unifarma SA" que sí exporta el químico.
Asimismo, habló del vínculo entre las tres puntas del triángulo. "Vilán y Forza no era amigos, sólo se trataba de una relación comercial". Aunque confirmó que "Ariel tenía un auto –un mini cooper- que había pertenecido a Forza desde hace más de un año y medio".
"Con Forza –continuó- tuve un problema judicial, pero como saldó su deuda, volvimos a tener negocios con él. A mi me convenían los contactos que él tenía". Al mismo tiempo, indicó que el joven asesinado y su mujer, Solange, eran socios.
"¿Se arrepiente de algo?", le preguntaron los periodistas y él respondió: "Perdí un amigo, en la forma que lo perdí. Hice un mal balance porque Ariel no estaba preparado para ser presidente (de Unifarm). Mientras nos iba bien, él vivía cómodamente y salía como cualquier chico soltero que tiene esa posibilidad. Pero, cuando las cosas comenzaron a ir mal, no lo pudo soportar.
Pese a que, no quiso opinar sobre los supuestos vínculos con el narcotráfico que le imputan a Forza, marcó una diferencia: “Nosotros tomamos la decisión de afrontar la deuda, con bienes propios, con dinero y con trabajo. Lo que haya hecho Forza es cosa de él".
"Me han llegado a comparar con Yabrán. Es ridículo, por eso, con mi abogado, decidimos presentarnos a la Justicia, para que me hagan las preguntas, no tengo nada que ocultar y no tengo miedo, sino hubiera pedido protección. Mi vida sigue siendo la misma de siempre, sigo viviendo en mi casa y yendo a trabajar. Estoy a disposición de la Justicia".
Magallanes se presenta como testigo en ambas causas: la del triple crimen y la del suicidio de su amigo y socio, Ariel Vilán. Por último, señaló que, cuando se enteró de la muerte de Forza, sintió "un estupor muy grande" y subrayó: "Yo conocía solamente a Forza, a las otras dos personas no, ni sé quiénes eran".