Dato saliente en la fantasía de moda entre las mujeres jóvenes es que desean ser sometidas a los abusos de un conocido. Buscan en forma constante ser "violadas" –si se permite el término-, mostrarse indefensas, lo que le agrega una importante dosis de morbo al coito. Tamaña excitación para muchas.
Algunos sexólogos le encuentran la explicación en que "es la dialéctica entre el amo y el esclavo. A las mujeres les encanta ser tomadas por la fuerza, que las agarren dejando de lado la delicadeza y, en un punto, perder esa responsabilidad de lo que están haciendo". Desenfreno total, ni más, ni menos.
Es exactamente lo contrario a los deseos del hombre. Él jamás quiere perder el poder de controlar la situación.