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Los Genios y las benditas lámparas

Un compilado infaltable de chistes.
Martes, 03 de mayo de 2011 a las 20:54

Muchos chistes tienen como contexto la historia de la lámpara encontrada, que al frotarla un Genio se desprende de la misma y, en agradecimiento por su liberación, ofrece tres deseos. Acá un popurrí con algunos de esos chistes.


Una señora con veinte años de matrimonio ve una lámpara vieja de su marido. La frota por casualidad y sale un genio. El genio le dice:
Te concederé 3 deseos, pero cualquier cosa que me pidas, a tu marido le daré 100 veces más.
La señora piensa un momento y dice: Deseo ser increíblemente bella.
Concedido pero tu marido es 100 veces más atractivo.
Deseo ser multimillonaria. El genio dice: Ya, pero tu marido es 100 veces más rico.
Y la señora piensa nuevamente y dice: Quiero tener un infarto tan pequeño que yo no lo sienta.
Un tipo se encuentra una lámpara, la limpia y de ella sale un genio diciéndole que está muy agradecido por haberlo liberado y que por consiguiente le concederá un deseo.
El tipo le pregunta: ¿Lo que yo quiera?
El genio le contesta que sí y le dice: Lo que para mí es un segundo, para vos es una eternidad y lo que para mí es un centavo para vos es un billón de dólares.
Entonces el tipo dice: Dame un centavo.
Y el genio contesta: Si como no, esperame un segundo.

Un hombre se encontró una lámpara mágica, entonces la frotó y salió un genio.
El genio dijo al hombre: Yo te puedo conceder dos deseos.
Y el hombre le contestó: Quiero, estar rodeado de muchas mujeres bonitas, al ver cumplido su deseo dice asombrado: ¡Me quiero morir!
Y el genio dice: Concedido tu deseo.

Una mujer se encuentra con una vieja amiga y esta tenía una flor muy particular que, al tocarla, se dio cuenta que era de lija.
Asombrada le pregunta: ¿De dónde sacaste una flor de lija?
La amiga le responde: ¿Ves esta lámpara? Frotala.
La joven hace lo propio y sale un genio que se dispone a darle un deseo. Entonces la mujer pide de inmediato un millón de pesos.
Luego comienzan a aparecer quesos por todo alrededor de las mujeres. Indignada, la chica pregunta: ¿Tu Genio es sordo o idiota? ¿Para qué quiero un millón de quesos?
Y la otra responde: ¿Y vos te pensas que yo pedí una flor de lija?

Cien esclavos negros caminaban por el desierto. Uno encuentra una lámpara, la frota, sale un Genio y ofrece un deseo para cada uno. Uno a uno pasan los esclavos deseando ser blancos para así lograr su liberación.
Hasta que llega el último de la fila y el Genio le pregunta: ¿Vos también querés ser blanco? Y el último responde: No, yo quiero que todos estos vuelvan a ser negros.
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