Una investigación que demandó meses de trabajo coordinado entre el Poder Judicial y fuerzas especiales de la Policía Bonaerense culminó en las últimas horas con un amplio operativo antidrogas que incluyó 12 allanamientos simultáneos y dejó como saldo seis detenidos, entre ellos el presunto cabecilla de una organización criminal dedicada al tráfico de estupefacientes a gran escala.
Los procedimientos, que se desplegaron en La Plata (8), Berisso (2) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (2), fueron dispuestos por la Unidad Funcional de Instrucción N° 18, a cargo del fiscal Hugo Tesón, y ejecutados por efectivos de la Superintendencia de Investigaciones del Crimen Organizado y Delitos Complejos.
Entre los apresados figuran dos mujeres señaladas como proveedoras o encargadas de distribución, y tres vendedoras que operaban en distintos barrios del conurbano. También fue capturado el principal sospechoso de liderar la organización, quien según la pesquisa lavaba dinero a través de una reconocida panadería con catering en La Plata y mantenía un departamento alquilado en Puerto Madero que funcionaba como centro de operaciones.
“Voy a pasar por un pollito y medio… ¿Doble pechuga son los que tenés vos?”, se oye en las escuchas telefónicas donde un narco y un comprador hablaban en clave para no levantar sospechas. Y en otra llamada se produjo una fuerte discusión por el peso de la droga: "¿Me estás tomando el pelo, boludo?".
Durante los allanamientos, las autoridades incautaron una importante cantidad de cocaína (2.592 gramos), algo de marihuana (19,4 gramos), elementos para estirar la sustancia, balanzas de precisión, casi 20 teléfonos celulares, documentación clave, más de un cuarto de millón de pesos, una camioneta de alta gama Audi Q7 y un pasaje aéreo con destino a Salta, presuntamente vinculado a movimientos logísticos de la banda.
Uno de los procedimientos más complejos tuvo lugar en la Isla Paulino, en Berisso, adonde los investigadores debieron acceder en embarcaciones debido a las dificultades del terreno.
Las escuchas telefónicas, que totalizaron unas 10.000 horas de grabaciones y alcanzaron a una treintena de líneas intervenidas, permitieron reconstruir el entramado de dos estructuras criminales que operaban desde la región con nexos en Capital y el norte del país.
Según fuentes del caso, el valor estimado de la droga incautada en el mercado ilegal supera los 55 mil dólares.