Vecino de San Isidro, su presencia es apetecible para cualquier estrategia electoral y sus declaraciones públicas no hacen más que agigantar esta posibilidad, máxime cuando el principal referente político de la localidad, el intendente Gustavo Posse, está planificando una estrategia hacia la gobernación o la vicepresidencia de la Nación, según especulan en su círculo más cerrado.
“No me gusta quedarme con cosas que no hice bien, tengo esa tara, lo podría haber dejado pasar, pero tengo la inquietud. No le podés esquivar a la responsabilidad de hacer las cosas mejor”, le expresó a La Nación On Line el ex puma sobre su intención de seguir vinculado con la actividad política y ser funcionario público cuando se lo vuelvan a proponer.
Hace unos meses renunció a su cargo en la Casa del Chubut en París después de que se diera a conocer una investigación impulsada por la UCR provincial sobre los gastos reservados, el personal y las actividades de la oficina parisina abierta por la provincia.
"Creí que era una actividad altruista, que iba a aportar algo. Por qué me iban a criticar, si lo hacía desinteresadamente sin aspirar a un cargo y me comí una malversación de fondos. Si en esa posición estoy desprotegido de esa manera, imaginate lo que puede pasar. No había una investigación, no había nada, pero la duda estaba sembrada", comentó Pichot.
En cuanto a su forma de ver al país, sostuvo que Argentina “tiene esa dicotomía de lo espectacular con lo negativo. Un país espectacular con una inseguridad increíble; falta de respeto y a la vez superfamiliero. Tenemos muchas cosas para mejorar y corregir”.
Si bien evitó en todo momento a hablar de manera particular sobre algún dirigente, queda claro que su línea de pensamiento no está muy cerca al oficialismo al expresar que en los institucional nuestro país tiene “instituciones devaluadas, pero es culpa nuestra. Hoy las madres se le quejan a una profesora y las ponen contra la pared en lugar de educar a sus hijos. El respeto es fundamental. Con la policía pasa lo mismo. Después discutamos si es o no corrupta la fuerza, pero la policía es la policía, si no hay anarquía. En mi casa lo que dice un maestro es sagrado. Hay que construir de abajo hacia arriba. Todo es un círculo virtuoso: si respetás, vas a pedir que te respeten. Hay un gran descreimiento de la política. No se respeta nada”.