El poder y la furia de las mujeres de la Carlos Gardel

La muerte de Polo fue el chispazo que faltaba para que estalle una guerra de bandas por los espacios de

Tímida, Gladys Silveira, al principio no quería fotos.

poder. Mientras el cuerpo de Polo aún estaba fresco, sus compañeros de correrías comenzaron una terrible avanzada contra los supuestos asesinos. En el momento que sus restos estaban siendo velados en la planta baja del monoblock Nº 17, propiedad de Carmen, aprovecharon para tomar por asalto un departamento ubicado en el primer piso y dos más del complejo habitacional.

Por el crimen están presos el Mono Vásquez, El Chino y Cebollita. En un primer momento, la Justicia persiguió al Bebe Romero, hijo de Gladys, pero luego, lo desvincularon de la causa.

Hasta no hace mucho, en el asentamiento convivían tres bandas bien diferenciadas: la del Gordo Toti, Los Peña y La Negra Nipora. La primera siempre se la vinculó con lo que quedaba de la pandilla de El Loco Jerry, un personaje “anti-chorro” que vestido a lo Rambo imponía el orden y un equilibrio entre los que robaban y los que no lo hacían dentro del barrio; Los Peña, originalmente estuvieron relacionados con el robo de coches aunque según aseveran varias fuentes ampliaron sus negocios y los hicieron más rentables volcándose a la venta minorista de drogas; por último, la banda de La Negra Nipora que desde tiempos inmemoriales se la vincula al mundo del robo.

- ¿Ud. maneja la droga en el barrio?
No, no es verdad, los que manejan la droga en el barrio Carlos Gardel son Los Peña, todos parientes de Carmen Medina. Yo no tengo nada que ver con el tema drogas. La gente que me conoce sabe de lo que vivo y que no ando en eso.

- ¿Por qué te meten en el medio?
Ella me tiene bronca porque supuestamente dice que yo mandé a matar al hijo. El hijo no era ningún santo pero yo no tengo nada que ver con lo que pasó. De hecho, una vez Polo mató a una mujer en un tiroteo que se armó en la esquina de mi casa contra la policía. Yo vi, sé quien estaba y nunca dije nada. Yo tengo códigos y no tenía ningún problema con ellos. Lo que pasa que sabe que nos paramos de manos si algo no nos gusta y por eso nos quieren echar del barrio. Ese día Carmen habló conmigo y le dije que se quedara tranquila, que no iba a decir nada.

- ¿Qué pasó con Los Peña?
Con Claudia Peña (referente principal del clan) ni siquiera nos damos la hora. Jamás quise tener amistad con ellos. Recuerdo cuando mi marido andaba con otra mujer que era amiga de ella y la tenía metida en la casa. Me la entregó en bandeja para que yo le diera una flor de paliza. Una mina que hizo eso con una amiga, no sirve. La bronca que me queda es que me están ensuciando y diciendo que van a ser los que van a sacar a la Negra Nipora del barrio.

- Pero ¿por qué?
Yo me crié en ese barrio y la gente siempre me respetó, al igual que los pibes. Por la clase de persona que fui. Nunca me metí en nada. Aunque sí y nunca lo negué, siempre tuve amigos chorros… me juntaba con ellos pero cada uno sabe lo que hace.

- ¿Qué hace Ud. y qué hacen ellos?
Cada uno es libre de elegir los amigos que quiera… pero ellos no pueden pasar al lado mío diciendo “soy chorro” porque sé que roban acá a la vuelta. Hay uno de sus hermanos que ahora está en Sierra Chica que violó a una piba. Son unos cachivaches. Ellos tenían la costumbre de meter los coches que robaban en el campo (interior de la villa). Todo el barrio lo sabe. Pero ni siquiera está preso por eso porque ellos arreglan con la policía.

- ¿Cómo que arreglan con la policía?
Tienen a una piba vendiendo droga, le dicen La Colo que es una menor. Para que ellos pudieran vender tranquilos se la llevaban para que se acueste con el jefe de calle de El Palomar (Morón IV – el efectivo policial que hace referencia fue trasladado). Con ellos arreglan para que nos caigan allanamientos a nosotros.

- Por ejemplo…
Cuando se llevaron a El Bebe detenido me tiraron debajo del colchón una 22 y una 635, o algo así, porque no sé los números de las armas… me querían llevar presa a mí también. Todo eso por culpa de Los Peña que habían arreglado con la policía. Pero yo en la comisaría les saqué la careta y por eso ni siquiera se animaron a tomarme las huellas digitales ni abrirme una causa.

- ¿Por qué?
Les dije delante de todos que eran unos caraduras, que habían arreglado con Los Peña para meterme presa a mí y a mi hijo. También les dije que arreglaban con ellos para que Saúl Peña (quien estuvo preso varios meses en esa dependencia) tuviera celular y no la pasara mal en la comisaría por 2500 pesos por semana que le pagaban. Ahora está en libertad Saúl pero todo eso en el barrio se sabe. La policía de El Palomar es lo más corrupta que hay. Sabe quien vende y quien no. Lo que pasa que son amigos. Es mentira que esta mujer esté atemorizada porque la protegen sus soldados y la policía.
 
- Los Peña no son los únicos que venden droga…
Una mujer que ahora está presa también vendía. Ella contó todo porque sabía de este tema y no quería competencia. Isabel Peña está presa porque esta mujer la filmó vendiendo drogas. La mayoría de los pibes que están con ellos son menores. Tiran tiros, los meten a vender porro debajo del mástil y mientras tanto, el resto anda cuidando por ahí. Ellos siguen vendiendo drogas. Mi hijo estuvo preso y yo no pude terminar de pagar el abogado. Ellos no le deben a nadie.

- ¿Siguen vendiendo en el Hueco (monoblock) del 8?
Ahí vendieron mucho tiempo, pero después se peleaban entre ellos y dejaron esa punta. No me interesa igual meterme en esos temas. Si venden o no venden o roban o no roban no me interesa. Lo que quiero es que no se metan conmigo. Jamás me metí con ellos y viven diciendo cosas que no son.

- ¿De qué vive Ud?
Yo estoy cobrando un plan y sin vergüenza digo que trabajo en una casa de familia tres veces a la semana hasta el mediodía o más… además, alquilo el departamento de arriba de mi casa a 600 pesos. Pero si hoy no tengo para comer, los tíos de mi hijo que viven fuera de la villa, en frente, tienen negocios y nos van a ayudar.