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Nací un 8 de enero de 1976 en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, con el nombre de Leonardo Martín Ojeda (artísticamente me conocen como León Cuye)… Hijo de Martín Ojeda y Cristina Lossio. Con dos hermanas y un hermano mayor de este matrimonio viví junto a ellos en una casa muy humilde del Partido de Florencio Varela. Una casa prefabricada con goteras y calle de tierra, pero con algunos libros que atesoraba mi madre y un tocadiscos de vinilo viejo que tenía mi padre…. 

Fui creciendo, aunque con pocos juguetes, con un gran interés por la música que salía de ese tocadiscos y con las primeras lecturas de los libros de mi madre. Así me empecé a conectar desde muy temprana edad a la poesía y a la música, del lado de mi madre boleros y música romántica, y de parte de mi padre tangos y rock. 

Siempre fui buen alumno en la escuela al igual que mis hermanos y eso me permitía como premio, pasar el fin de semana con mis abuelos maternos en Avellaneda… mi tío, un joven músico amateur de punk rock, ya con 17 años tenía muchos instrumentos en su habitación, lo que a mí, ya con 10 años, me llamaba la atención cada vez que los visitaba en Avellaneda…

Un día que mi tío no se encontraba entré a su habitación y suavemente, en horario de la siesta empecé sólo a conocer una guitarra criolla que siempre estaba sobre la cama… Por mucho tiempo fui aprendiendo acordes inventados y a escondidas fui descubriendo sus sonidos, hasta que un día detrás de una puerta me escucharon mis abuelos, ahí entendieron lo que venía siendo, por mucho tiempo, mis comienzos con el instrumento. 

Mi abuelo me regaló mi primera guitarra, y una nueva historia comenzó para mí. Así, al tiempo nació mi primera canción, dedicada a mi abuelo que falleció, ni bien yo cumplía mis 12 años. Luego de este suceso, y con más herramientas adquiridas en la música, empecé a escribir canciones por cada emoción, fueron varias, que de forma infantil, iban perdiéndose en cuadernos, como si fuera un juego. 

Ya en mi adolescencia, con mis viejos separados, tuve varias mudanzas junto a mi madre y mis hermanos, escuela secundaria, nuevos amores, y mis comienzos en la música amateur, tocando y formando diferentes grupos, de géneros, distintos entre sí, folklore, rock, heavy metal, cumbia. 

Siempre lo hice como un juego, una apasionado juego, sin dejar de escribir nunca, terminar la secundaria, pero a la par siempre había música, con presentaciones pequeñas, fui conociendo los escenarios, tuve muchos trabajos a la par, tuve una tercer hermana de parte de mi madre para esta epoca, nuevos amigos, nuevas historias, nuevos trabajos ,como siempre digo, hice de todo para poder seguir haciendo canciones, estudiaba música, fui profesor de música, escribiendo mis canciones infantiles, con las cuales daba clases en los colegios, y en mis tiempos libres iba a tocar a los trenes, a los colectivos, a la calle, con una guitarra vieja tocaba mis canciones en la calle Florida de Buenos Aires, ahí conocí a mucha gente y entre ellos había un chico muy joven, no vidente, que bajo el cuidado de su abuela, tocaba canciones con una voz increíble en la puerta de la galería, jardín de la calle Florida. 

Este chico era Nahuel Pennisi. Increíblemente vivía a 20 cuadras de mi casa en Florencio Varela… nos empezamos a acercar con la música de por medio, y al pedido de Nahuel “ quiero hacer tus canciones”, comenzamos a soñar entre los dos, en cómo sería su primer trabajo discográfico, nos pasábamos noches enteras, ensayando, pensando y así, entre idas y venidas, junto a muchas personas que nos dieron una mano para que esto sea posible, nació el primer disco de Nahuel Pennisi, bajo el sello de Sony Music, un disco con canciones nuevas, inéditas, con tintes de folklore y rock, nació primavera. 

A partir de ahí vinieron cuatro discos más con Nahuel, en los cuales tuve la felicidad de participar, integralmente en cada uno de ellos, siempre buscando fortalecer mi camino de compositor y autor, tuve pequeñas participaciones de escenario junto a Nahuel al principio, pero con el tiempo fui desarrollándome en lo que siempre quise hacer, escribir canciones. 

Muchos de los temas nos dieron grandes felicidades, como la canción “Avanzar” premiada en el festival Viña del Mar, como los premios y las nominaciones a los premios Carlos Gardel de Argentina, por varios de los discos, como varias nominaciones a los Grammys latino. 

Gracias a estas canciones pude viajar, conocer otros músicos, conocer otros países, conocer otras historias. Ya con el segundo disco, “Ser Feliz” de Nahuel Pennisi, comencé a interactuar con otros artistas, los cuales tuve el honor de compartirles mis canciones, abriendo mi espectro compositivo. 

Compartiendo mis canciones con artistas como la Sole, Juan Fuentes, Destino San Javier, Eli Fernández, etc, e interactuar con otros artistas internacionales en sesiones compositivas. 

Ya en el tercer disco de Nahuel Pennisi aparece una canción que me dio muchas alegrías. Esta canción la llamé “Universo Paralelo”… 

Es una canción rescatada de mis 14 años de edad…. Una canción que se llamaba Mil Hojas, que con poesía romántica e infantil fue inspirada por una novia de la escuela… de esta canción solo rescaté la línea melódica de las estrofas… fue esta línea melódica la que inspiró el desembarco de la nueva canción, ahí nació una letra nueva inspirada en los amores platónicos, en los amores secretos. 

Yo tenía 41 años y estaba por ese momento fanatizado por la astronomía y ahí se disparó el título, “Universo Paralelo”, construyendo un nuevo estribillo la canción fue grabada en el tercer disco de Nahuel, llevándola con su talento y su voz a un estadío mayor, la canción fue grabada en plena pandemia, y a los meses de su edición fue interpretada por Francisco Benítez (ganador de ese año) en el programa de La Voz por Telefe.

Al poco tiempo la tomaron para hacer una versión de cuarteto los chicos de “La Konga” con la participación de Nahuel y la canción tomó vuelo dentro de su género, primeramente en la provincia de Córdoba, para luego sonar en todo el territorio argentino, llegando a estar número uno en varios ranking de música, y llevando a ambos artistas a una popularidad más masiva. 

Se coronó la canción ganando los premios Gardel como canción de cuarteto, a partir de ahí logró traspasar fronteras y llegar a otros países con una gran cantidad de versiones en diferentes géneros… 

A partir de este suceso pude abrir un poco más mi confección artística con otros cantantes de la escena popular…

Hoy sigo escribiendo y soñando con mi guitarra como cuando era un niño, acompañándome e inspirándome con la mirada de mi hijo, al cual le debo la inspiración de muchas de mis canciones.

Leonardo Martín Ojeda alias Leon Cuye
@cuyeleon

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