Lomas del Mirador
Asalto y tortura en la madrugada
Una familia se vio sorprendida por ladrones que entraron por el balcón. Los ataron, los golpearon y al padre le gatillaron cinco veces en la cabeza. "Lo peor es que hay que agradecerle que no mataron a mi hijo", dijo Gustavo, la víctima.
Era la una y media de la madrugada, la ventana abierta, para que entre aire en una noche calurosa, fue el "peor error" que pudo cometer. Al menos, así piensa Gustavo, víctima de un feroz asalto días atrás. El valor se presentó por éstas horas, cuando decidió hacer público su caso.
"Entraron por el balcón, estábamos durmiendo con mi esposa y mi hijo de tres años. Mi mujer sintió un ruido y cuando nos quisimos acordar, me habían pegado en la cabeza y estábamos atados", asegura la víctima. Los golpearon y les pidieron dinero. Amenazaron a la mujer con raparla luego de cortarle un poco el pelo.
Se trataba de un grupo de ladrones, pero no de una banda organizada. "Eran rateros, ni siquiera en auto andaban. Además, creo que nos eligieron al azar. Yo, de casualidad, había ido al banco a la tarde pero no saqué mucha plata", dice Gustavo, quien agradece que su otro hijo, de 12 años, no haya estado presente: "Pudo haber reaccionado de otra manera y pasado cualquier cosa".
Las secuelas que pueden dejar los casos de este tipo, suelen doler más que el dinero que se haya robado, incluso que algunos golpes. Gustavo lo piensa así: "Hace dos días volví a casa y no puedo dormir, soy el guardián de mi familia. Sólo pedí que la policía pase por casa para sentir seguridad, pero ni eso”.
Los golpearon y los amenazaron, de manera constante. Se trata de un pequeño complejo de tres duplex, en Lomas del Mirador. La policía no apareció, de eso se quejó la víctima y, además, de que la inseguridad reine y que no se pueda vivir con tranquilidad. "Lo que más bronca me da es que les tenés que agradecer que no te hayan matado a tu hijo o violado a tu esposa. Pese a que me gatillaron cinco veces en la cabeza", dijo, indignado, Gustavo, la víctima de otra situación de inseguridad que pudo terminar en tragedia.
"Entraron por el balcón, estábamos durmiendo con mi esposa y mi hijo de tres años. Mi mujer sintió un ruido y cuando nos quisimos acordar, me habían pegado en la cabeza y estábamos atados", asegura la víctima. Los golpearon y les pidieron dinero. Amenazaron a la mujer con raparla luego de cortarle un poco el pelo.
Se trataba de un grupo de ladrones, pero no de una banda organizada. "Eran rateros, ni siquiera en auto andaban. Además, creo que nos eligieron al azar. Yo, de casualidad, había ido al banco a la tarde pero no saqué mucha plata", dice Gustavo, quien agradece que su otro hijo, de 12 años, no haya estado presente: "Pudo haber reaccionado de otra manera y pasado cualquier cosa".
Las secuelas que pueden dejar los casos de este tipo, suelen doler más que el dinero que se haya robado, incluso que algunos golpes. Gustavo lo piensa así: "Hace dos días volví a casa y no puedo dormir, soy el guardián de mi familia. Sólo pedí que la policía pase por casa para sentir seguridad, pero ni eso”.
Los golpearon y los amenazaron, de manera constante. Se trata de un pequeño complejo de tres duplex, en Lomas del Mirador. La policía no apareció, de eso se quejó la víctima y, además, de que la inseguridad reine y que no se pueda vivir con tranquilidad. "Lo que más bronca me da es que les tenés que agradecer que no te hayan matado a tu hijo o violado a tu esposa. Pese a que me gatillaron cinco veces en la cabeza", dijo, indignado, Gustavo, la víctima de otra situación de inseguridad que pudo terminar en tragedia.
