Consejos para mascotas: cómo terminar bien el año
Los sonidos de las explosiones los abruman, y sin entender nada algunos intentan escapar otros sufren con el corazón y todo su cuerpo la felicidad de los humanos
Con el sentido del oído mucho más desarrollado, alcanzando frecuencias negadas a los humanos, el perro y el gato, lejos de disfrutar las fiestas de fin de año las sufren como ningún otro.
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Movimientos extraños en el interior del hogar y en un horario determinado en plena oscuridad de la noche, el cielo se llena de luces zigzagueantes como si se tratase de luciérnagas mágicas.
Ante esta sorpresa los animales no pueden más que asustarse, pero lo que más los afecta son los sonidos. Explosión tras explosión. Algunas lejanas, otras tan cerca que parecen ser dentro de sus propios tímpanos. Una guerra de estruendos y la desesperación de no saber como escapar de ella. Dolor.
Las fuertes explosiones de pirotecnia asustan a las mascotas. Además, los especialistas afirman que la mayor cantidad de perros se pierden durante los festejos de fin de año y en las vacaciones.
La Acción Para Erradicar el Maltrato Animal (APEMA) comprobó estadísticamente que la mayor cantidad de perros que se extravían los hacen durante las fiestas como consecuencia de la pirotecnia y otros ruidos molestos, y también durante las vacaciones cuando los dueños no saben cómo resolver el cuidado de la mascota en esos días. Diciembre es un mes crítico.
Las explosiones generan dolor en los agudos y delicados oídos de los animales quienes intentan escapar corriendo del dolor, así es como durante los minutos posteriores a las doce se pueden ver por cualquier calle del Conurbano animales huyendo despavoridos, aterrados.
Por eso, desde Apema recomiendan cerrar bien todas las puertas y ventanas, dejar al animal bajo techo en un sitio seguro, donde esté protegido y semi aislado de los ruidos y también es sugerible, antes de las horas críticas, suministrar unas gotas de sedante para animales y mantenerlos tranquilos. Es importante que esta dosis sea indicada por el veterinario y que el dueño no lo haga por cuenta propia, sino por indicación profesional, ya que puede dañar gravemente a la mascota.
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Los meses posteriores a las fiestas dedicados en su mayoría a las vacaciones también son una época crucial para las mascotas. Apema afirma que hay mucha gente que no sabe qué hacer con la mascota durante los meses de descanso y opta por abandonarlos sin culpa como si ésta fuera una salida ética y decorosa al problema. Vale saber que los animales sufren y agonizan en condiciones lamentables.
Si no hay ninguna persona amiga o familiar que pueda hacerse cargo del perro o del gato, se puede recurrir a pensiones para animales o refugios y dejarlos allí durante la estadía para evitar que mueran por abandono.
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