Estas fotos demuestran la locura que se vive en Egipto por Mohamed Salah

Causa sensación no sólo en la Premier League y en toda Europa sino además en su país de origen. Todos quieren asociar su imagen a la del crack egipcio del Liverpool

Comunicados patrióticos, anuncios publicitarios, pero también campañas antidroga: a medida que deslumbra al planeta fútbol, el delantero del Liverpool Mohamed Salah es el gran objeto de deseo de todo un país, Egipto, enloquecido con su ídolo.

En El Cairo, las más altas autoridades no se esconden. Salah, pese a que trata de mantenerse alejado de la política, es "un símbolo del 'soft-power' de Egipto", clama Ahmed Abu Zeid, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores.

Esta declaración en Twitter se produjo tras un nuevo recital del delantero, autor de un doblete y dos asistencias en la victoria por 5-2 de los Reds ante la Roma la semana pasada en la ida de las semifinales de la Champions League. Un resultado que deberá defender este miércoles en el Olímpico romano.

Esta nueva gesta llevó al presidente Abdel Fattah al-Sissi, también en las redes sociales, a mostrarse "orgulloso" de Mohamed Salah "y de todo egipcio que lleve en alto el nombre de Egipto".

En un país cuya imagen se deterioró tras la revuelta de 2011 y los desórdenes políticos y económicos que siguieron, los éxitos del 'Faraón' representan una oportunidad de oro.

Esperanza en Rusia 2018

El hecho que "un deportista de este nivel rompa el muro mediático y se convierta en una cara mundial repercute forzosamente (...) en su país de origen", explica a la agencia AFP Pascal Boniface, director del Instituto de Relaciones Internacionales y Estrategias (IRIS), autor de obras sobre la geopolítica del deporte.

Originario de un modesto pueblo del delta del Nilo (norte), Salah superó un incontestable escalón en términos de notoriedad desde su llegada el pasado verano (boreal) a Inglaterra procedente de la Roma por 42 millones de euros, más otros ocho en bonificaciones. Y los reconocimientos empiezan a acumularse, al punto que el jugador de 25 años es una alternativa creíble para disputar a las megaestrellas Cristiano Ronaldo y Lionel Messi el próximo Balón de Oro.

El 22 de abril, Salah fue elegido el mejor jugador de la temporada en la Premier League y en enero pasado ya había sido nombrado mejor jugador africano del 2017.

Más allá de su rendimiento en el club, su nombre podría de nuevo exaltar a las masas en el próximo Mundial de Rusia, después de haber ayudado a clasificar a su selección a una cita mundialista tras 28 años de ausencia.

Pascal Boniface, no obstante, se mantiene escéptico sobre el alcance de los intentos de recuperación política a nivel internacional, "demasiado visibles" y comparados "a los antiguos medios de propaganda".

El peligro es que como consecuencia de los intereses cada vez más grandes que rodean al jugador, la sobreexposición de su imagen puede convertirse en una fuente de conflictos.

Una polémica que se trasladó en los últimos días a Twitter entre el delantero del Liverpool y la Federación Egipcia por una fotografía del jugador en el avión oficial de los Faraones, el equipo nacional.

El problema es que la foto está al lado del logo del operador de telefonía móvil We, patrocinador de la selección... y competencia directa de Vodafone, 'sponsor' personal del futbolista.

Salah salió de su silencio el domingo al publicar en Twitter un mensaje en el que calificaba la actitud de la federación de un "insulto muy grande", antes de anunciar, más cordialmente y varias horas más tarde, que la situación estaba "en fase de resolución".

Por Aziz El Massassi para AFP

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