La directora de Marketing de McDonald’s en Canadá, Hopa Bagozzi, salió a explicar a través de un video en Youtube por qué las hamburguesas no se parecen a las reflejadas en los carteles de las publicidades.
En el video, Bagozzi compra una hamburguesa en un local y se la lleva al estudio de fotos en el que se suelen hacer las imágenes de las campañas publicitarias. Allí, explica que "al cerrar la caja, el sándwich está caliente y crea un poco de vapor que contrae el pan", por lo que la hamburguesa se hace más péqueña.
La creada para los anuncios es más grande, jugosa, y muestra todos los ingredientes por los bordes (queso, pepino, cebolla, mostaza y kétchup). Esto se debe a un auténtico proceso creativo, con programa de retoque de imágenes incluido. "Esa hamburguesa (la de la tienda) se cocinó en un minuto, más o menos. El proceso que seguimos en un rodaje normal suele durar horas", aclara la trabajadora de McDonald's.
La diferencia principal es que en los restaurantes no colocan los ingredientes para la foto ni derriten el queso ni inyectan tomate con una jeringa. Ni, por supuesto, retocan la comida con un programa informático para eliminar posibles defectos.
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21 de junio de 2012