Hermanos de la rusa desaparecida se fugaron de la puerta de Gendarmería

Valery, el padre de los ahora prófugos, pide que le devuelvan el taxi: "No puedo trabajar, no puedo hacer nada", le dijo al Diario del Conurbano.

Sergei, Ludmila y Illia en su casa de Moreno
Una desaparición, luego un ataque o supuesto intento de robo. Más tarde un asesinato, y ahora dos pedidos de capturas y la fuga de los sospechosos. El caso de Vera Tchestnykh comenzó en mayo con su desaparición. Lo que era la búsqueda de una joven se transformó en un oscuro policial con tintes mafiosos que involucran a toda la familia rusa.

Ayer la justicia de Mercedes dictaminó la captura de los hermanos de Vera, Illia de 28 y Sergei de 18. Pero la policía no los encontró en su casa. Los dos hermanos se habían fugado con el auto que su padre utiliza para trabajar. Desde entonces nadie los volvió a ver aunque se comunicaron varias veces.

El mismo día en que Ludmila Kasian fue asesinada de tres disparos mientras dormía en su casa del barrio El Ensueño del Cuartel Quinto de Moreno, el personal policial revisó el domicilio. Pero no satisfechos, el 30 de noviembre se realizó un allanamiento a pedido del Fiscal de Delitos Complejos Juan Ignacio Bidone, el mismo del Triple Crimen de General Rodríguez, y se secuestraron distintos elementos del domicilio.

Entre las pertenencias de la familia que fueron secuestradas, los uniformados llevaron una computadora. Para iniciar las pesquisas sobre el CPU, el personal de Gendarmería Nacional encargado del operativo citó a los hijos de la mujer, quienes la habían encontrado ya sin vida la noche del crimen.

El 13 de diciembre pasado debían presentarse en la sede de Gendarmería de la Avenida Antártida Argentina de la Capital Federal. Sin embargo, quien se presentó fue el padre de los jóvenes y ex esposo de la víctima, Valery Tchestnykh, quien explicó que sus hijos estaban en su auto en la puerta de las dependencias de Gendarmería. Ese fue el momento elegido por los dos jóvenes rusos para escapar, aún cuando no estaba dictado su pedido de captura.

La titular de la ONG Comisión Esperanza, María Esther Cohen Rúa, quien ayuda a la familia en la búsqueda de la joven desaparecida, explicó a 24CON que la familia, desde el día del asesinato tenía miedo que los inculparan. “Como padre, Valery quiso entrar primero y hacerse cargo de lo que pasaba. Lo hicieron esperar y le explicaron que tenían que abrir y analizar el CPU y que eso demoraría dos días. Cuando volvió a salir de Gendarmería, dos horas después de haber entrado, sus auto no estaba y sus hijos tampoco”.

Vera está desaparecida desde el 6 de mayo
Los dos jóvenes rusos escaparon en el taxi del padre llevándose las pertenencias del hombre que estaban en el interior del vehículo: billetera, documentos personales, documentos del auto y licencia de taxi. Por lo que hasta que regresen no podrá volver a trabajar.

En el momento en que Valery corroboró que se habían ido con su taxi los llamó y les recriminó que lo hayan dejado a pie, pero sus hijos no volvieron por él y debió regresar a su domicilio en colectivo. Esa misma tarde la justicia dictaminó la captura de los dos rusos ya que en el interior del CPU se encontró la pistola 9 milímetros que fue utilizada en el asesinato de Ludmila.

“Me siento muy mal” explicó Valery a 24CON utilizando por igual palabras en castellano y en ruso. “No sé que pensar, se fueron en mi taxi, un Volkswagen Polo y ahora no puedo trabajar. Quiero, urgentemente, que ellos me llamaran de cualquier forma, quiero comunicarme. Quiero que se presenten ante la justicia” apuntó.

El mismo lunes en que se fugaron, el mayor de los dos hermanos se comunicó con su padre. Le contó que había llegado a Entre Ríos y que estaba bien, volvería recién el jueves o el viernes cuando todo se haya calmado. “¿Para que se fue Illia?” se pregunta Valery sin encontrar las respuestas.

El otro hermano, sobre el que también pesa el pedido de captura, aun no se comunicó con su padre. “Sergei siempre sigue a su hermano mayor, pero no sabemos donde está” explicó Valery. Se cree que el joven de 18 años estaría deambulando por la Ciudad de Buenos Aires.

El fiscal Bidone, según apuntó Cohen Rua, está trabajando con varias hipótesis, pero la que más fuerza ha ganado en los últimos días es la que sostiene que el móvil del crimen se basa en una pelea intrafamiliar que se desató cuando se supo el destino de Vera. “El fiscal tiene las pruebas suficientes para pedir la captura de los hermanos de Vera. Lo mejor que pueden hacer, sean culpables o no, es entregarse a la justicia para que se pueda continuar con la investigación” apuntó la titular de la ONG que se especializa en la búsqueda de personas desaparecidas.

A la par de las investigaciones por el crimen de Ludmila, tanto la ONG como la fiscalía de Bidone continúan con la búsqueda de Vera Tchestnykh por lo que no se descarta que en los próximos días se realicen más allanamientos en el domicilio de la familia en Moreno y se rastrille la zona en búsqueda de algún indicio que ayude a dar con su paradero.

 

15 de diciembre de 2010

 

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