Serán okupas, pero no "usurpadores ilegales". Al menos eso es lo que piensa la gente del barrio La Pilarica en el distrito de Pilar, que vive en un predio que fue tomado hace más de 20 años. Hoy, ese terreno está en la mira de un “acosador que jura ser el dueño y que amenaza con echarnos a todos si no compramos los lotes”, según indicaron ellos mismos a 24CON. Lo más turbio: el presunto dueño, aclaran, estaría en connivencia con la fiscalía que ordenó el desalojo.
La vida en La Pilarica se empañó cuando, según afirman los vecinos del lugar, apareció Leandro Echeverría y comenzó a intimarlos con un ultimátum de que serían todos expulsados de sus casas si no firmaban con él una especie de "leasing": un contrato de alquiler que, cuando se tradujera en el precio final de venta, culminaría con la entrega de las escritura. Así, Echeverría aduciría tener un poder para lotear todo el terreno dado que -según sus palabras- sería el nieto de la verdadera dueña del predio, Esther Beltrán (de quién aún se desconoce el paradero). Hasta el momento, Echeverría nunca mostró acreditación alguna que avalara sus palabras.
Pero este no sería el peor de los casos, ya que la amenaza de desalojo habría llegado a una instancia inusitada: la aparición de un secretario de la fiscalía Nº1, a cargo de Marcos Petersen Victorica, haciéndose pasar por el propio fiscal para desterrar a un hombre por la fuerza. Esto convirtió, de repente, un asunto civil en un delito penal.
“Se apersonó Alberto Gay (el secretario de la fiscalía), fingiendo ser el fiscal (luego habría reconocido su mentira) con una notificación de desalojo firmada por la UFI Nº1 y quiso llevarse preso por la fuerza a un vecino (Adrián Moreno)”, contó a 24CON la presidenta de la Comisión de Tierras en Pilar y delegada distrital de la Federación de Tierra y Vivienda, Susana Huergo y agregó: “No hay ley que indique la validez de dicho procedimiento”.
“Los engaña a todos (los habitantes) porque les hace firmar un contrato que no es de venta sino de alquiler por $300 mensuales”, indicó Huergo y “con esa simple firma –continúa- los vecinos pierden todo el derecho que ganaron sobre esas tierras después de ocuparlas por 20 años”.
Otro cantar
El asunto no termina en una presunta expulsión. Si bien para probar la tenencia de las tierras hay que iniciar un expediente judicial en el fuero civil y comercial, denominado posesión veinteañal, Susana Huergo sostiene que “al pasar los diez años de la no tenencia, una persona pierde la pertenencia de un terreno, aunque tenga escrituración” y continúa: “Con más razón, no se puede cobrar un alquiler si los vecinos viven allí desde hace más de veinte años, se estaría incurriendo en una estafa”, en la cual también señalan a una inmobiliaria que estaría amenazando con “lotear el lugar”.
Se trata de la firma Grandoli, que estaría ubicada en frente del barrio La Pilarica, quién, según los vecinos y los representantes de la Comisión de Tierras, tendría la intención de “instalar un shopping en el terreno”, asunto por el cual habría realizado “intimaciones de usurpación a los vecinos”, dijo Huergo.