El pueblo habló y en voz alta

Ya el pueblo habló y en voz muy alta. Obama es el primer presidente negro de la historia norteamericana. Con una diferencia de casi 7 puntos superó al republicano Mc Cain consiguiendo resultados muy positivos en lugares hasta ahora considerados bastiones conservadores. Se cumplieron las más optimistas previsiones de los demócratas.
La noche del comicio se vivó una experiencia increíble. Junto con un grupo de observadores argentinos, convocados por la Fundación Universitaria del Río de la Plata, comentábamos los resultados en la sede de la Embajada Argentina en Washington DC y  nos sorprendíamos por la casi nula reacción de los habitantes de la capital imperial en la noche de su elección más trascendente de los últimos años. Nadie en las calles frías y lluviosas. Parecía que a pocos les importaba lo que trasmitían a full los canales de TV: Obama cada vez más cerca del salón oval y un mapa electoral que se iba tiñiendo de azul demócrata. Pero de repente, una vez que se confirmó el triunfo y el republicano aceptaba la derrota, Oslo se convirtió en Buenos Aires. Miles y miles de jóvenes muy jóvenes, de todos los colores y tamaños, principalmente de clase media universitaria, salieron de todas partes y a la carrera comenzaron a vivar al ganador. Por  las avenidas principales corrían con la consigna clara “to the White House” (hacia la Casa Blanca) y así se comenzó a llenar la mítica Avenida Pennsylvania. Por falta de práctica y experiencia, no sabían que cantar, ni que vivar, ni tenían orden alguno. Todo increíblemente espontáneo. La generación de Facebook salía de la Web y ocupaba la calle. Una marea humana inmensa e imparable. Un poder de influencia tan grande como el más grande de los partidos. Una tendencia que parece que puede mantenerse en el tiempo y que le dará al nuevo ocupante del poder una fuerza increíble. Algo a tener en cuenta en todo el mundo. Los que no se dejan empujar por aparatos y dirigentes finalmente  ocuparon la escena. Fueron los mismos que llenaron km de filas y colas en todos los estados para votar por su añorado senador moreno.
Ahora empieza la transición. Moderada y a la americana. Obama anunció el equipo que la llevará a cabo, que no necesariamente será el mismo que termine ocupando los puestos ejecutivos después de la asunción el 20  de Enero. Muchos nombres de la administración Clinton. Pero no todo será tan fácil.
Los especialistas dicen que serán tres los temas que tendrá que enfrentar el nuevo gobierno cuanto antes: la economía, la economía y la economía.
Los recién llegados pueden querer no mover ninguna pieza y dejar que los que se van decidan todo hasta el último día. Pero el incendio que casi se lleva al capitalismo en su conjunto no los dejará esperar. Ya el 15 de Noviembre el mundo entero estará pendiente de las opiniones y pensamientos del nuevo presidente cuando en su propio territorio se reúnan los 20 jefes de estado convocados para rediseñar al sistema financiero y económico internacional.
La confianza imprescindible para apagar ese fuego arrasador de mercados y economías enteras, requiere algunas definiciones de aquel que ocupará el puesto con más poder de la tierra y que gobernará precisamente el país en donde se inició la tragedia. Por eso, aunque convenga correrse de la crisis hasta el final y la estrategia de imagen recomiende que todos los costos los pague Bush, la presión internacional hará que el elegido este martes tenga que al menos mostrar sus cartas. La transición no será tan común, ni tan tranquila. La gravedad de la situación lleva a pensar que en la Casa Blanca hacen falta nuevos aires en forma inmediata. Tal vez el 20 de enero sea demasiado tarde.
Analista político. Miembro del Consejo Editorial de 24CON
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