Natalia Oreiro, camino a Hollywood

No estará en pareja con una estrella pop del primer mundo como Luisana Lopilato, el actor y cantante canadiense Michel Bublé, un hombre que la lleve en andas hacia Hollywood, sino, más bien, con un rockero de la zona de El Palomar. A pesar de las diferencias, Natalia Oreiro se las arregla muy bien para empujar la alfombra roja que la lleve al estrellato internacional. Y se las arregla, no solamente bien, además se las arregla sola.

La semana pasada, Natalia recibió una estatuilla en el Festival de Cine de Santa Cruz, en Bolivia: la llaman el trofeo Tatu Trumpa “A nuestra estrella”. Luego volvió al aeropuerto para viajar a Venecia donde, entre los 86 estrenos mundiales y 23 títulos que se disputarán el León de Oro, Oreiro presentará la nueva película de Adrián Caetano, Francia, un filme que no recibió un peso de apoyo estatal, 100% independiente y formará parte del Festival Venice Days. Allí, Natalia hace de “Cristina”, la protagonista, una mujer separada y bombardeada por la vida, madre divorciada de “Mariana” –interpretada por Milagros Caetano, hija del director–. “¿Viste que hay gente que está un día de buen humor y otro día de mal humor? Bueno, Natalia está siempre con cara alegre. Hacíamos juntas ejercicios para relajarnos antes de filmar”, dijo Milagros sobre la Oreiro a los medios.

En Venecia, luego de devaneos varios por la alfombra y viajes románticos –y solos– en góndolas, permanecerá alojada (y todo el equipo de la película también) hasta el 15 de septiembre. Pero, ¿se piensa que el 15 volverá a la Argentina, a su casa arbolada en Palermo? No será así. Natalia sigue viaje a San Sebastián, España. Allí, también hablará de su película Francia, de lo que es ser madre divorciada –en la ficción– y hacerse cargo de todo, y quizás también pise una alfombra roja –o, como mínimo, con pintitas rojas– durante la muestra “Horizontes Latinos”. Además, se cruzará con su marido Ricardo Mollo, quien sale de gira española con Divididos –incluyen shows en Málaga, Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca–, un tour planeado no se sabe si por amor al rock o por amor a su esposa.

A su regreso, la Oreiro no para. Aterrizará en Uruguay donde será una de las caras célebres del festival benéfico “Domingo Amigo”, de la Fundación Peluffo Guigens, de la cual Natalia es su madrina.

Cuando se acaben las alfombras rojas, la actriz evaluará proyectos varios, algunos de ellos –internacionales y cotizados en dólares–, ya fueron el cotilleo de los medios, como su participación en la película Libertad para Joe, dirigida por Stephen Bridgewater, quien asistió capítulos de “Los expedientes X” y de la película 21 gramos. Se habla de que Natalia haría el papel de Rachel de los Ríos, una mujer que aspira a hacerse famosa cantando, y que tiene una relación sentimental –no se sabe de qué tono– con el protagonista “Joe Gilmore”, en la piel del actor Lee Burns. Así es como empieza toda futura bomba latina, de la talla de Jennifer Lopez o Salma Hayek: enamorando actores estadounidenses. Se codeará con aquellos con los que se comparaba: “Nosotros tenemos mucho menos glamour que ellos”, dijo la actriz en varias oportunidades.

Los anuncios señalan que la película Libertad para Joe comenzará a rodarse muy pronto en Oregon, Estados Unidos. Y si bien muchos periodistas del espectáculo ya dan la participación de la actriz como un hecho indiscutido, el entorno de Oreiro es aún cauteloso. “Natalia tuvo un encuentro y es una película que está en preproducción, están tratando de conseguir todos los capitales para formar el proyecto, pero por ahora no hay nada concreto”, asegura el representante de Natalia.

Que participe o no participe, en verdad, es poco importante. Las alfombras rojas siempre saben esperar a las verdaderas estrellas.

Fotos: gentileza diario “EL DEBER”
y diario “El Día” - Bolivia.