Boca "afana" a River entre los políticos
Siete jefes comunales son hinchas xeneizes y sólo dos de River. ¿Y los demás?
En el Conurbano hay ejemplos para todos los gustos, desde jefes comunales que no se pierden ningún partido en la tribuna hasta quienes siguen el juego, tímidamente, por televisión. Si bien algunos apoyan un conjunto sólo como simpatizantes o, simplemente, para tener algún tema de conversación para las clásicas cargadas del lunes, otros prefieren hacer apuestas antes de los partidos y cuando sus equipos pierden por goleada hay “silenzio stampa” en el palacio municipal.
¿Es posible que en un distrito con tres equipos el intendente hinche por otro? Sí. ¿Que otro tenga un pasado en inferiores y que una lesión lo haya alejado del mundo del fútbol? También. Heredado por tradición familiar o sin explicación aparente, el sentimiento futbolero contagia también a los hombres fuertes del Conurbano. Algunos ejemplos.
La Matanza – Fernando Espinoza:
Se declara “fanáticamente enfermo” de San Lorenzo y lo demuestra con varios escudos del CASLA en su despacho. Su abuelo y su padre eran del Ciclón y se encargó de transmitirle a sus hijos el fanatismo por los colores azulgrana. Sin embargo, como futbolista de inferiores vistió los colores de Argentinos Juniors –incluso compartió equipo con el ‘Bichi’ Borghi- hasta que una lesión en la rodilla frustró sus sueños de “10”.
Tigre-Sergio Massa:
Es uno de los más fanáticos dentro del mundo de la política y que más vínculos mantiene con la institución. Cuando Tigre peleó el campeonato con Boca, prometió que si salía campeón dejaba de fumar una semana, un verdadero sacrificio. Su despacho está lleno de recuerdos del Matador de Victoria y participa activamente de la vida del club como hombre fuerte de la institución. Fue el impulsor de la llegada de Diego Cagna (cuando ocupaba la presidencia) en lo que fue una de las mejores campañas históricas del Club. De alguna manera, se las arregla para estar siempre en la cancha.
General Rodriguez -Marcelo Coronel:
Es hincha de Boca. Los que lo conocen lo describen como fanático, pese a su pasado como jugador de rugby. Va seguido a la cancha e incluso fue a ver a Boca en el exterior durante la Copa Libertadores. Es muy cuidadoso con las formas en el trabajo, pero sus colaboradores insisten en que disfruta las cargadas internas post partido. Uno de los allegados, fanático de River, recuerda que después de un superclásico accedió a su despacho y se encontró con una bandera Xeneixe colgada como forma de bienvenida.
Lomas de Zamora–Martín Insaurralde:
Es Hincha de Banfield y el único intendente pudo festejar porque su equipo salió campeón en el año. Heredó la pasión de su padre y es asiduo visitante a la cancha cuando juega el Taladro. De hecho participó activamente en los festejos, aunque siempre de forma “mesurada”, aseguran sus íntimos.
San Martín – Ricardo Ivoskus: A pesar de su simpatía hacia Chacarita por cuestiones geográficas, es hincha de Boca y asegura que ya no va a la cancha tanto como le gustaría por las responsabilidades. Su padre era de Parque Patricios y trabajaba de canchero en Huracán, por lo que nunca supo quién le inculcó el fanatismo por Boca, ni a quien agradecerle por la pasión azul y oro.
Escobar -Sandro Guzmán: Se declara como hincha de Boca, pero la agenda de trabajo es el primer motivo para excusarse de ir a la cancha a seguir al equipo como le gustaría. Casualmente lleva el mismo nombre y apellido de un arquero que tuvo el club Xeneixe, más conocido por su posterior retiro del fútbol y afición al reggae que por sus buenas actuaciones.
Hurlingham-Luís Acuña: Es hincha de boca, y cuando el equipo de Basile gana se encarga de que la noticia recorra varias oficina, e incluso disfruta de hacer alguna que otra apuesta previa a los encuentros. Sus nietos también son de boca. Un programa que lo entrevistó le quiso hacer un obsequio y, teniendo en cuenta su pasión, le regaló una pelota firmada por Martín Palermo y un saludo en video del histórico goleador, en el que el “Loco” reconocía el fanatismo de Acuña.
Avellaneda – Jorge Ferraresi: En una ciudad divida por dos grandes del fútbol, el intendente evita los conflictos entre “la academia” y “los diablos” ya que es de Argentinos Juniors. Sus colaboradores lo califican como “fanático, fanático, fanático” y aseguran que incluso tiene alguna que otra foto del ‘bicho’ en su despacho.
Esteban Echeverría -Fernando Gray: Se confiesa como hincha de Boca pero
“simpatizante”, no fanático (de hecho, no tiene nada azul y oro en su despacho) ya que no puede ir a la cancha y algunas veces sigue los partidos por televisión. Sin embargo, revaloriza el fútbol como elemento de contención social. De hecho, en los próximos días se va a anunciar la instalación de una pequeña villa olímpica de Boca – y otra de Racing- en unos terrenos sobre la autopista Ricchieri, para dar impulso a los programas de fútbol infantil. A la hora de los ídolos, va a lo seguro y se queda con Diego Maradona y no se atreve a elegir a nadie del actual plantel porque asegura que tiene varios amigos y no quiere herir susceptibilidades. Dentro de casa, uno de sus hijos –de 4 años- dice que es de River, aunque confía en que solo lo haga para llevarle un poco la contra.
Malvinas Argentinas - Jesús Cariglino: Es hincha de Boca fanático, aunque prefiere ser reservado en demostrarlo en fotos o cuadros en su despacho. No se priva de alguna que otra cargada con sus colaboradores los lunes posteriores a que haya fecha, pero no sigue al equipo en la cancha. El mayor conflicto deportivo lo tiene con su hermano, el senador Provincial Roque Cariglino, fanático de River, y dentro de su casa, ya que uno de sus hijos varones es de Boca y el otro de River.
Almirante Brown- Dario Giustozzi: Es hincha de River, pero del grupo de gente de los denominados “simpatizantes”, es decir, que ocasionalmente siguen algún resultado pero no es de ir a la cancha. Sin embargo, su fanatismo pasa por los fierros, como herencia de familia, ya que su Padre fue corredor. Fanático de Doge, cuentan que cada vez que tiene un rato libre hace una escapada a los circuitos de Turismo Carretera y cuando por la función no puede estar, es seguidor constante vía televisión. Incluso llegó a correr en motos.
Luján-Héctor Mosca: El intendente interino – ya que Graciela Rosso se encuentra de licencia- es un confeso hincha de Flandria (al igual que la persona que sustituye en el cargo). Incluso tiene un incontrastable pasado canario, ya que fue presidente de la institución en tiempos del ascenso conseguido en el año ‘98