La mafia gastronómica que cocina al Calamar
La confitería del club está usurpada: organizan fiestas sin control y no pagan un peso. En el Calamar, apuntan contra la Municipalidad y sugieren que quieren demoler la sede para hacer torres.
Compleja. Así es la actualidad del Club Atlético Platense. Idéntico al ca-lamar, debió acostumbrarse, a lo largo de su historia, a sobrellevar situaciones críticas en superficies fangosas. Y el corriente 2009 no será la excepción. El Marrón debe sobrepo-nerse al nuevo escollo que la vida le puso por delante, que para Mario Spinelli -secretario de la entidad-, “ya se volvió personal”.
ESE MALDITO BUFFET
El tema en cuestión es la usurpación de la confitería del club. Desde el mandato de Rolando Greco, incluyendo el breve período de Rubén Asís en el sillón presidencial, la concesión de ese sector de la sede recayó en manos de Luis Leiva -integrante de la barra brava de Chacarita en tiempos pasados-. ¿El alquiler? Parece ser un “pagadiós”. La actual comisión directiva buscó resolverlo, y todavía pelea, pese a que la derrota pareciera ser el resultado final e inminente.
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