La Justicia de Bahía Blanca intenta develar por qué murió el psiquiatra Rubén Daniel Zukerman, de 68 años. Si bien la muerte se produjo el jueves 3, el caso tomó notoriedad este lunes, luego de que Natacha Zukerman, hija del hombre fallecido, formulara una denuncia para esclarecer la situación, apuntando sus sospechas a la actual pareja y cuidadora de su padre, Claudia Alejandra Simón (53). Todo apuntaría a que la mujer habría buscado heredar sus bienes y el dato que encendió las alarmas fue su intención de cremar el cuerpo inmediatamente.
La sospechosa cuidaba a Zukerman y terminó casándose con él varios meses antes de morir el paciente, sin el conocimiento de la hija ni de los amigos del hombre. Este acto estuvo lejos de haberse interpretado como una señal de amor y se convirtió rápidamente en un rompecabezas judicial que detectó que la enfermera tenía antecedentes por hurto y estafa.
Según informa el diario La Nueva, Natacha era hija única y vive y se desempeña como odontóloga desde hace muchos años en Buenos Aires. Simón, al parecer, quiso cremar el cuerpo sin autorización de la hija del hombre (la religión judía no lo permite). A su vez, los médicos que asistían a Zukerman no quisieron firmar el certificado de defunción.
“Él le tenía miedo, estaba como preso”, aseguró Natacha a la prensa, tras conocer -recién después del deceso- algunos detalles de la convivencia de su padre con esta persona. Hasta se enteró en la casa velatoria que su padre se habría casado con esta mujer en julio del año pasado, aunque cree que pudieron “forzarlo” a firmar el acta y desconoce quiénes son los dos testigos habilitados a tal fin, ya que los amigos del psiquiatra también desconocían la “boda”.
Natacha no descarta que Simón haya sobremedicado a su padre para quedarse con las propiedades familiares (la mujer sigue ocupando el departamento donde vivía con el psiquiatra, que es de los abuelos de la odontóloga) y que esa situación podría haber derivado en el fallecimiento de Zukerman.
Según confirmó la abogada María Laura Bentivegna, asesora de la hija de Zukerman, Simón tiene antecedentes penales: en 2016 la Justicia le impuso una pena de 1 año y 8 meses de prisión en suspenso por defraudación, a partir de compras que habría hecho con tarjetas de crédito y/o débito que no eran de su propiedad. Y antes había tenido una suspensión de juicio a prueba (probation) por hurto.
Según trascendidos y a partir de la difusión del caso, Natacha Zukerman comenzó a recibir múltiples mensajes de excompañeros de trabajo de Simón, quienes aseguraron haber sido víctimas de delitos, de distinto tenor, por parte de ella. Y también de usuarios de la empresa de enfermería que actualmente regentea Simón, quienes se ofrecieron a salir de testigos en la causa, según dijo.