Cuando el árbitro dio por terminado el partido donde Atlético Tucumán eliminó a Boca en 16vos de final de la Copa Argentina, la hinchada estalló.
El origen del fastidio va mucho más allá de ese 2 a1 y encuentra motivos en una acumulación de fracasos de los últimos años del conjunto de la Ribera, como la ausencia en la Libertadores por dos años seguidos.
La explosión de la hinchada se traducirá este jueves en un inédito banderazo contra en la Bombonera a las 19 horas con Juan Román Riquelme como principal apuntado.
Uno de las críticas más duras hacia la dirigencia provino de Mario Pergolini, quién había llegado junto al 10 al club en 2019 para luego renunciar por profundas diferencias de visión. “No saben comprar”, apuntó el mandamás de Vorterix. “Están haciendo un combo letal”, sentenció.
Otro de los que apuntó contra la situación del Xeneize fue Flavio Azzaro, quién hasta el momento siempre había mostrado una postura positiva en torno a Román. “Lo de Boca es vergonzoso, llegó a un punto límite”, lanzó el periodista.
Durante la reacción, Azzaro planteó que “estaba mal planificado” y dejó abierta una pregunta en torno a Miguel Ángel Russo: “¿está preparado para ser el técnico?”. El histórico DT todavía no ganó desde su retorno al club y es señalado por su frágil estado de salud.
“Lo que acabamos de ver es el papelón, después del papelón, después del papelón”, sentenció Lucas Beltramo en el análisis post-partido de TyC Sports. “Es un partido saca técnicos, saca jugadores, saca dirigentes”, completó el “Gringo” Cingolani.
Además de los resultados, el irrespirable clima que se vive en Boca es alimentado por situaciones como la de Carlos Palacios, borrado por Russo tras supuestas actitudes de indisciplina o las denuncias por aprietes y amenazas contra Cristián Riquelme, hermano y mano de derecha de Juan Román.
Al llegar de nuevo al hotel, el plantel fue insultado por hinchas que les gritaron "hijos de puta".