Ahora dicen que además de robo, hubo fiestita

Algunas fuentes dicen que se trató de un robo y otras que contrataron taxi boy para animar la "fiestita". La víctima estaba en zunga y uno de los detenidos tuvo una relación personal con él. ¿Qué pasó esa noche?

Por Cecilia Di Lodovico

“No fue un crimen pasional”, aseguran los amigos de Gustavo “Damián” Lanzavecchia y, en cambio, se inclinan por la hipótesis del robo. Y, probablemente, tengan toda la razón: 24CON habló con Marcelo Chiebrau, jefe de la DDI de La Matanza, encargado de la investigación del confuso hecho que terminó con la vida del florista de Susana Giménez y con un policía gravemente herido.


Chiebrau reveló a 24CON que Lanzavecchia, efectivamente, tenía “un vínculo personal” con uno de los detenidos de nombre Roberto, de 27 años de edad. “No sabemos si tenían una relación sentimental, pero sí que se conocían hace tiempo y que, de hecho, fue esta persona la que llevó a los otros dos, que sí eran desconocidos” para el florista.


Así, los pesquisas creen que la reunión que los cuatro hombres mantuvieron fue una excusa para perpetrar el robo. “No tenemos ningún indicio de que haya sido una fiesta sexual. Sí bien es verdad que el fallecido tenía puesto sólo un traje de baño (una zunga), era lógico: había una pileta en la casa. En tanto, todos los presentes, incluido el policía herido, estaban totalmente vestidos”. Por otro lado, “lo único que habían consumido fue una gaseosa” y que los visitantes sabían que el florista estaba esperando a un “amigo”. 


Sin embargo, el uniformado indicó que es muy probable, que los tres agresores no supieran que el cuarto invitado era miembro de la Bonaerense y que “tirado en el piso y atado con precintos, cuando sonó el timbre, Lanzavecchia habría dicho que, quién esperaba tras la puerta era policía”. Se trataba del teniente primero Javier Alvarez Auer, de la brigada aérea de La Matanza. En ese momento, la situación se habría tensado a tal punto de que uno de ellos habría "enloquecido", tomado un cuchillo de la cocina y apuñalado con él al oficial al momento de  ingresar a la vivienda. Finalmente, resolvieron arrojar al colaborador de la diva a la pileta.

“No hay dudas de que el motivo del homicidio fue el robo y que, al no hallar dinero y al verse acorralados por la presencia policial, los delincuentes perdieron el control de la situación”. “La hipótesis del crimen pasional que manejan los medios se da sólo por la condición sexual del occiso”, explicó el titular de la DDI.

No obstante, 24CON charló con un amigo del florista que admitió que “el ambiente es muy promiscuo, pero tenemos mucho cuidado porque es un desastre. Conozco muchos que consumen por Internet (NdR: la fuente se refiere a los avisos web que ofrecen taxi boy) aunque mi grupo de amigos no lo hace porque es muy peligroso. No sabés quién entra a tu casa. Y Gustavo tampoco lo hacía, él era muy cuidadoso. Además, es poco creíble que haya tenido una fiesta en la casa de su familia, en todo caso lo hubiera hecho en su departamento de Madero o en un 'telo'. No tenía ninguna necesidad de hacer eso ahí. Nosotros sabemos como manejarnos con el tema de la inseguridad, manifestó y agregó que “es una realidad que Gustavo había publicado el auto para venderlo”.

Por último, la fuente describió a su amigo fallecido: “Gustavo era un 10 como ser humano. Nos conocimos hace 20 años y nunca se le subió a la cabeza el haber sido colaborador de Susana. Era un buen amigo, un tipo sencillo, de barrio. Usualmente salíamos del boliche del que era habitué y desayunábamos juntos”.

Hasta el momento, los investigadores detuvieron en Merlo al “conocido” del decorador y a un joven de 19 años, otro de los acusados, en sus respectivas viviendas. El tercer implicado está prófugo, pero “perfectamente identificado”, sostuvo el jefe de la DDI.


En la casa de los hombres se secuestró un arma de fuego, armas blancas, ropa, una peluca y un microondas, elementos sustraídos de la casa de Lanzavecchia. El investigador señaló que, tras atacar a las dos víctimas y no hallar la plata que buscaban, los delincuentes decidieron llevarse lo que podían cargar en el auto de Lanzavecchia y huir, creyendo que el policía también estaba muerto. “Fueron hasta el domicilio de uno de ellos, donde dejaron todo lo sustraído. Abandonaron el auto unas cuadras más adelante, cuando en la fuga tuvieron un accidente. Entonces decidieron quemarlo”.


Pero, el homicidio del decorador no fue el primero que conmovió al ambiente gay. En 2001, Claudio "La Clota" Lanzetta, un conocido promotor y agente de relaciones públicas, fue asesinado de un tiro en la cabeza en su departamento de Palermo. Lo encontraron muerto atado a una silla. Esa madrugada, Lanzetta había llegado a su departamento con su amigo "Guga" Pereyra y otros dos hombres. En un momento, uno de ellos salió a la calle y volvió con dos cómplices armados. Según la hipótesis de los investigadores, la víctima recibió el balazo cuando lo amenazaban para que les entregara dinero.

 

2 de marzo de 2009

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