¿Qué se oculta en la tragedia?

Maxi, un comerciante de Castelar, iniciaba sus vacaciones el sábado 21 junto a su familia: su

esposa, madre e hijas. Viajaban en su auto hacia La Feliz cuando, alrededor de las 9 de la mañana, en la ruta 56 -entre las ciudades de Madariaga y Conesa, en el partido de Maipú- fue embestido por un Chevrolet Corsa. Su Renault 21 empezó a dar tumbos y casi inmediatamente se incendió.

El saldo del accidente fue trágico, su madre, Susana, y su hija Oriana de 5 años murieron en el acto, su esposa Paula aún se encuentra en coma en el hospital regional del partido de Maipú con graves quemaduras; su beba, Valentina -de 7 meses- agoniza en el Hospital Materno Infantil; y él se encuentra internado en el hospital Británico donde, según informaron sus amigos, le podrían amputar una pierna y necesitaría ser intervenido quirúrgicamente en el rostro.

Los vecinos de Maxi Heretich, quienes lo conocen por el Locutorio que atiende frente a la estación de Castelar y por el kiosco que maneja su familia, dejaron sus pésames y condolencias por medio de carteles y flores en los negocios que se encuentran cerrados por duelo.

Sin embargo, muchos de ellos se reunieron y organizaron para marchar ya que, según denuncian, el caso no fue informado por la prensa y la investigación se demora porque quien manejaba el Corsa era un importante médico de Mar del Plata, quién habría estado acompañado en el momento del accidente por un funcionario del gobierno.

Más de 100 vecinos se reunieron  el domingo frente al negocio de Maxi y cortaron por unos minutos el tráfico de la avenida Rivadavia para hacerse escuchar. Juan Carlos Berta, periodista de Castelar informó a 24CON que los vecinos quieren que se sepa lo que realmente sucedió en aquel momento fatal sobre la ruta: "¿Qué pasó? ¿Quiénes acompañaban al médico Sebastían Antonelli? ¿Por qué lo medios hacen silencio? Maximiliano ya no va a ser el mismo, se merece que todos estos interrogantes tengan una respuesta".

“Maxi está muy grave, el viernes los médicos decidieron no operarlo, era muy riesgoso por su estado, así que sigue internado, tiene picos, es el único de su familia que está sin respirador artificial”, explicó Berta quién prosiguió “Empezamos el domingo con una misa y después nos reunimos en su negocio, el miércoles vamos a marchar otra vez, buscamos que los medios nos presten atención para que se pueda esclarecer quiénes estaban en el auto”.

La primera reunión se realizó el viernes por la tarde, primero en el colegio Pompeya - Pallotti donde asistía la nena fallecida y luego en el locutorio donde alrededor de 50 personas junto con el secretario de la Unidad de Gestión Comunitaria de Castelar norte, Juan Carlos Martínez, se hicieron escuchar y dejaron sus sentimientos a la familia.

Por su parte, los vecinos seguirán reuniéndose hasta que se esclarezca el caso, algunos apuntan a funcionarios de Casa Rosada, otros a miembros del ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, pero todos se encuentran afligidos por el accidente.

2 de marzo de 2009