"Se sacrificó por la democracia"

El dirigente radical relató a 24CON cómo fue el momento en que el ex presidente tomó la decisión de dejar el Gobierno. "Fue muy doloroso", ilustró.

Por Cecilia Di Lodovico
Federico “Fredi” Storani interrumpió una reunión en su estudio para hablar con 24CON sobre Raúl Alfonsín. Pese a que criticó con dureza el “Pacto de Olivos” entre el mandatario radical y Carlos Menem, durante la gestión de este último, es evidente que el dirigente de la UCR guarda un profundo aprecio y respeto hacia su líder. De hecho, Storani es uno de los hombres más cercanos al Alfonsín.

Un momento de tensión.
Tanta intimidad se debe a que, ya en 1972, fue miembro fundador del Movimiento de Renovación y Cambio, que encabezó Raúl Alfonsín, en La Plata. Incluso, fue Storani quien anunció su reaparición pública luego del accidente automovilístico que sufrió el ex jefe de Estado. "El hombre que simboliza la democracia, que está por encima de las banderas", dijo. Lo fue a buscar y lo acercó de la mano hasta el atril.

¿Qué es lo más importante que Alfonsín hizo por la democracia?
Lo más importante que Alfonsín hizo por la democracia fue conducir el proceso de transición más complejo y más difícil. En ese sentido, entre los grandes logros de la administración de Alfonsín está el enjuiciamiento a las juntas militares como no había hecho ningún país en América Latina; la paz con Chile, país con el que estuvimos al borde de la guerra en 1978 y hubiese sido una tragedia para todo el continente; la creación del Mercosur y algunas otras cuestiones que hacen a la vida cotidiana de los argentinos, como por ejemplo, el Consejo Pedagógico para mejorar la educación; la ley de divorcio vincular; la patria potestad compartida. Entonces, me parece que el gobierno de Alfonsín fue un gobierno extraordinariamente transformador, en el buen sentido, de la sociedad argentina y eso lo pone en un lugar grande de la historia.

¿Tuvo alguna deuda pendiente?
La deuda pendiente él siempre la reconoció y tiene que ver que, con el sistema democrático que tanto nos costó conquistar, no hemos logrado satisfacer todavía la demanda social. En un país repleto de riquezas naturales como Argentina esté lleno de pobreza, de marginalidad, exclusión que da vergüenza y duele. La democracia tiene como principal deuda la necesidad de tener un sistema social mucho más equitativo.

¿Se puede hablar de un heredero de los ideales de Alfonsín?
No pondría en ese lugar a una persona en particular, sino que pondría a toda una generación que lo acompañó, que luchó con él, que fue consecuente en los momentos más duros por los que tuvimos que atravesar. Identificaría más a lo que fue la generación de la Coordinadora como heredera de los valores y las ideas de Alfonsín.

¿Cuál es la anécdota más latente que guarda del ex presidente?

Hay miles, pero por supuesto, una muy especialmente dolorosa cuando él me llamó personalmente a la Quinta de Olivos y me señaló que teníamos que dejar el poder de manera anticipada porque sino se iban a producir mayores males al país. Y ese momento pude compartir a solas con él, esa situación de mucha angustia, frustración y dolor. Pero Alfonsín estaba convencido de sacrificar su gobierno por el bien del país porque ya se habían producido las elecciones y la transición hasta la entrega del poder era demasiado larga y eso iba a agudizar las condiciones económicas y sociales y adversas. Por lo tanto, él creía que ese sacrificio era totalmente necesario en beneficio del país y de la democracia.
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