A 36 años, denuncian que la dictadura "no terminó" para el intendente Cariglino

La Justicia investiga a exmilitares acusados de amenazar e intimidar bajo órdenes del jefe comunal. El apriete a 24CON y por qué Malvinas niega la existencia de Centros Clandestinos.

Por Guillermo Zanetto / Ivan Rodriguez Alauzet

Trompadas, tiros y grupos de encapuchados armados que se movilizaron en camionetas sin patente y sembraron el miedo con total impunidad. Corridas, miedo y aprietes. A 36 años del golpe de Estado de 1976 la Justicia investiga estos mismos delitos con métodos de la peor época de la represión pero que habrían ocurrido hace tan sólo cinco meses en el partido de Malvinas Argentinas, durante las últimas elecciones nacionales. Una seguidilla de violentos episodios que vincularían al intendente Jesús Cataldo Cariglino con un presunto brazo armado conformado por exmilitares y personas afines a la dictadura.

 


No se supo mucho al respecto en ese entonces porque, de acuerdo a los protagonistas de esta “guerra” política, el oficialismo local antikirchnerista se encargó de ocultar las maniobras más turbias que se recuerden en tierras de “el Negro”, como lo llaman sus aliados al mandatario. Hasta hoy, cuando 24CON tuvo acceso a la denuncia penal presentada ante la Justicia y además pudo comprobar que algunos empleados municipales de Malvinas se rehúsan a hacer memoria. Incluso, juran desconocer un Centro Clandestino de Detención -reconocido por la Conadep- hoy convertido en las oficinas municipales donde ellos mismos trabajan. Se trata de La Casa del Cilindro, ubicada dentro del predio del ex Batallón 601, en la localidad de Los Polvorines.

 

Justamente él, intendente reelecto por quinta vez consecutiva en dicho distrito, sería quien controla con mano férrea y desde las sombras los vaivenes de una agrupación de tendencia de derecha compuesta por militares retirados de las Fuerzas Armadas y de seguridad reunidos en el Congreso Nacional de Suboficiales Argentinos (CoNaSubAr) que habría “colaborado” en los aprietes de campaña.
 
Frente a las denuncias y a un compendio de pruebas fotográficas, cómo hará Cariglino para negar esta vinculación, si fue él quien cedió el palacio municipal para el último encuentro de la CoNaSubAr realizado el pasado 29 de octubre bajo la consigna “La Patria está en peligro”. 

 

Volante entregado por CoNaSubAr para publicitar su 5to cónclave.
Lease: "con total apoyo del intendente Jesús Cariglino".
Esa mañana, la apertura estuvo a cargo del Secretario de Gobierno Miguel Harari, “en representación del intendente Jesús Cariglino”, según consta en la gacetilla de prensa enviada por el propio municipio y publicada en la Web. Y fue allí donde el grupo, luego de cinco encuentros alrededor del país, se sintió “como en casa”. “Aquí esperamos sentar las bases para desarrollar nuestro proyecto”, mencionaron durante la reunión. Algo los llevó a tener la seguridad de que Malvinas sería el horno donde sus ideas finalmente se cocinen.

Esta tertulia fue el último eslabón que permitió a los militantes de la oposición confirmar sus sospechas de que los más de 100 actos de violencia y amedrentamiento sufridos durante la campaña podrían relacionarse con este grupo de oscuro pasado. El comunicado de prensa que lanzaron justo un mes después allanó aún más el terreno: “(CoNaSubAr) colaboró en la campaña electoral… y se mantiene dentro de la estructura política de uno de los candidatos a intendente de Malvinas Argentinas”.

Finalmente, los militantes recolectaron pruebas y presentaron una denuncia penal ante el Juzgado Federal N°1 de San Martín bajo el número de causa 5081/11 y enumeran que existieron “lesiones y/o tentativa de homicidio, robos, y (militantes) amenazados con armas blancas y de fuego con la expresa finalidad de anular a la oposición”.

Imagen del 5to encuentro del CoNaSubAr subida por el portal municipal. 

“Entre el 19 y el 20 de marzo declararon todos los testigos. Ratificaron la denuncia y explicaron los motivos de coacción y persecución. Ellos apuntaron que, si bien también hubo gente ajena al municipio en las grescas, existió un grupo de choque paralelo que respondió a Cariglino”, señaló a 24CON Jorge Cancio, uno de los abogados de las víctimas.

Para el letrado está bien en claro quienes fueron los instigadores de la violencia ya que “cada vez que los militantes estaban pintando o pegando afiches los rodeaba un grupo de gente con handies y camionetas”. También fueron moneda corriente los aprietes con armas de fuego. Uno de ellos fue el reconocido caso de Juan Manuel Boscolo, funcionario municipal que fue detenido el 23 de octubre dentro de una escuela al momento que intentó intimidar a las autoridades de mesa a punta de pistola.

Esta maniobra se repitió a lo largo de todo el año electoral, tal y como lo confirmó a este medio la segunda vocal del Consejo Escolar, Nora Perazzone, quién relató: “La noche anterior a las elecciones, en la escuela adventista de Talcahuano y Rivadavia, hubo un tumulto instigado por este grupo de choque y al otro día pensamos que si hubiésemos ganado nos habrían quemado adentro de las escuelas”.

“La patria está en peligro”

Pero culpables o no, ¿quiénes son y como operan los miembros de la CoNaSubAr? Si bien no queda claro el staff completo de la agrupación, el cuadro jerárquico está compuesto por cuatro hombres que enarbolan en sus comunicaciones el terror de un presente político y social, para ellos, “turbio”. (Ver: “CoNaSubAr: el oscuro pasado de sus dirigentes”)

La organización vio la luz el 20 de noviembre de 2010 y en su carta orgánica figura que el lugar de nacimiento es un salón de la UATRE, bastión político de Gerónimo "Momo" Venegas. Cuando la justicia detuvo al gremiallista, CoNaSubAr lanzó un comunicado pidiendo su inmediata liberación al esgrimir motivos de “persecución política”, como devolución de gentileza.

Sus fundamentos de existencia, o su fachada democrática, tienen como eje principal agrupar a los suboficiales en un “proyecto nacional en beneficio del pueblo argentino, donde el trabajo sea la base de la dignidad humana, la salud… y obras públicas”. Para ello tuvieron "como único Padre a Dios, fuente de toda razón y justicia, y como Madre biológica a la República Argentina".

Más adelante, con las bases sentadas bajo el ala de Alberto Rodríguez Saá como “nuestro candidato a Presidente”, crearon la Comisión de Defensa y Seguridad Partidaria, desde la cual habrían impulsado los “comandos de choque”, según señaló Perazzone.

Lejos de ser un espacio para la Memoria, El Cilindro se conviritó en un lugar
olvidado y "maquillado". Además, es un epicentro de la resistencia militante local.

Centro Clandestino, clandestino

Dentro del clima de silencio obligado que sobrevuela en Malvinas, aparece la palabra “dictador”. Ya no es “el negro” ni Jesús, sino “un tirano”. Así lo denominó el concejal del FPV Mario Chamorro en comunicación con este medio. Según el edil, Cariglino “niega el pasado constantemente” y “prohíbe la libre circulación” por algunas calles del distrito.

Es el caso de El Cilindro donde, caminar y sacar fotos puede hacer tambalear a los punteros políticos que “mandan” en ese campo.

 

El lugar figura en el “Nunca Más” de la Conadep como un espacio donde los detenidos eran mantenidos hasta que se decidía su suerte definitiva, técnicamente llamados Lugar de Reunión de Detenidos (LRD). Allí se describe su ubicación “dentro del predio de la Compañía de Comunicaciones 601, ubicado entre la ruta 197, la calle Ing. Huergo y las vías del F.C.G.M.B., a 4 cuadras de la Estación Los Polvorines” (SIC) y se aclara que “en la construcción principal, los detenidos permanecían acostados sobre el piso, esposados. En el centro había un eje cilíndrico de donde partían cadenas en forma radial a las que estaban amarrados los detenidos”.

Parte de Los Polvorines fueron utilizados como depósito de viejas luminarias.

Cuando 24CON visitó El Cilindro, en busca de la señalización, como indica la Ley provincial 13.584 que obliga a “arbitrar los medios para la preservación de todos los lugares que funcionaron como centros clandestinos de detención durante la última dictada militar” y por lo tanto “deberán ser identificados” como tal, sufrió las presiones típicas de la política de bajo fondo.

“No podés sacar fotos acá, te tenés que acreditar. Sino lo arreglamos de otra forma”, instó un hombre alto, de pelo largo por los hombros y acabado del tipo “matón”. Moncho, tal como fue identificado por personal de Seguridad local, desconoció el libre tránsito de un espacio público. Para sellar su apriete, decidió subir a su camioneta municipal y pasar “finito” cerca de los cronistas a alta velocidad donde la máxima es de 20 Km/h.

 

Al fondo: Junto al guardia vestido de azul están los hombres que "apretaron" a los periodistas. Según el propio agente de seguridad, estarían identificados como Sergio y "Moncho".


En el corazón del complejo, alejado a unos metros de los cuarteles, existe un monolito que actualmente está totalmente cubierto por pintadas de aerosol. En él se puede leer: “A 30 años del golpe que interfirió en el proyecto colectivo de construcción de una Patria justa, libre y soberana. En memoria de sus víctimas: todo el pueblo argentino”. Lo firma el gobierno municipal. Salvo que nunca aclara que allí mismo, en donde ahora despliega sus dependencias municipales, funcionó la maquinaria asesina de la dictadura.

El monolito colocado en 2006 está muy deteriorado. De acuerdo Mario Chamorro,
"Cariglino impide que lo limpiemos".
Lo cierto es que, dentro del campo, más precisamente en la Dirección de Cultura, nadie sabe qué es o dónde funcionó “un tal lugar llamado El Cilindro”. También juran que desconocen la existencia del monolito erigido a 20 metros de esa delegación. Se suma a esta campaña la directora de prensa local, Elizabeth Sissi, quien puso en dudas la existencia de dicho Centro Clandestino al ser consultada por 24CON: “Dicen que acá hubo un centro pero nosotros no podemos confirmarlo”.

Estos hechos no sorprenden en un distrito donde, aseguran, el jefe comunal obliga a unos cuantos empleados a trabajar los días 24 de marzo, e incluso saca a la calle tractores y máquinas para cortar pasto con el fin de “acallar” las manifestaciones de las organizaciones sociales que sí buscan preservar la memoria.  

 

23 de marzo de 2012

 

Notas relacionadas:

 

CoNaSuBar: el oscuro pasado de sus dirigentes
La historia de sus miembros vinculados a los levantamientos carapintadas, la derecha católica y el cuadro político "filo-nazi" de Alejandro Biondini.

 

 

La denuncia completa:

 

Denuncia CoNaSubAr (19.32 MB)

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