El restó italiano que sirve ¡10 platos! sólo de entrada

Por Redacción 24CON

 

Longaniza calabrese con peperoncino.
La bella Italia le regaló de todo al mundo: su espectacular ropa de primera calidad, las ciudades más espeluznantes de Europa y, por supuesto, su exquisita y abundante comida.

¿Quién no tiene algún familiar, amigo o conocido que hable de las pastas de la nona? La herencia de la cucina se hizo carne en Argentina hace ya más de un siglo y mantiene aún su esencia en los platos tradicionales que pueden degustarse en lugares clave de Buenos Aires.

El circuito para darse una buena panzada de comida calabresa tiene una estación obligatoria en María Fedele Ristorante. El local, ubicado en la sede de la Asociación Nacional Italiana (Alsina 1465), Montserrat, es atendido por sus propios dueños, quienes conservan la pura tradición de familia. Y lo reflejan en cada uno de los platos.

La particularidad de María Fedele no sólo radica en sus productos gourmet de primera calidad, sino que los comensales pueden disfrutar de una cena única compuesta por el famoso antipasto de ¡10 variedades!, más uno de pasta o risotto, y un segundo plato de ave o carne, y postre.

Sí, aunque parezca increíble todo eso forma parte del menú que se sirve a un precio fijo por persona más la consumición de bebidas y cafés.

El chef y la magia italiana

 


Fusilli con anduja, panceta y ajo.
Su chef, Ariel Paoletti heredó de su familia el gusto por el buen comer y, junto a su hermano Sergio, fundaron el espacio que abre de miércoles a sábado, desde las 20.

Con el fin de aumentar de 30 a 60 la cantidad de comensales, el restaurante se trasladó de la calle Bolívar, en San Telmo, al populoso barrio de Montserrat. Ahí, Ariel y su equipo ofrecen un sitio único en Buenos Aires donde saborear exquisitos platos calabreses preparados con ingredientes del día.

El secreto de Ariel es que cocina tal como quiere comer. “Yo cocino para mí. No para complacer. Cocino como si lo hiciera en mi casa”. Venerando su herencia italiana de buen apetito, inauguró el restaurante con su hermano Sergio hace casi dos años. Desde entonces, los Paoletti no invierten en publicidad sino en la promoción “boca a boca” de los clientes. “Trato de que la gente que viene a comer, vuelva, ese es el negocio. Pocos negocios pueden hacer eso, no porque el dueño no quiera, sino porque no cocina”, agrega.

“Los clientes regresan a María Fedele por el menú, que suma calidad y cantidad, no por los vinos, o el café…”, dice el chef Ariel. “El lema es cocina de mercado y comés como en tu casa, eso es lo que nos diferencia de otros. Los demás restaurantes tienen carta, nosotros un menú único. El que viene a comer acá no puede venir todos los días, no por el dinero, sino porque come mucho. La gente come bien por mi pasión”.

 

20 de agosto de 2014

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